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Samuel Viñas, quien fue condenado en 2012 a 42 años de prisión por asesinar a su exesposa, ha recibido en los últimos tres años una reducción de 24 meses de condena por trabajar y enseñar.
Lo curioso de su situación es que este “buen servicio” lo ha prestado mientras se encuentra en prisión domiciliaria bajo grave estado de salud, lo que ha generado una controversia que pide resolver la Procuraduría y la Corte Suprema con una revisión médica a la que el recluso se niega.
Viñas estaría concentrado en obtener, vía tutela, la reducción de su condena. Al respecto, Blu radio logró conocer que su intentos han rendido fruto, pues ya en 2021 le redujeron 9 meses y a inicios de junio de este año le dieron una segunda reducción por 15 meses, para un total de 2 años.
La noticia no ha sido bien recibida por parte de Edgardo Niebles, abogado de la familia de la víctima, quien confirma tal situación y teme que esto pueda ampliarse en el tiempo, debido a las constantes insistencias de Viñas por bajar su condena por cuenta de su labor como trabajador en su periodo como recluso.
Sin embargo, este mismo advierte que se trata de una situación paradójica, pues Viñas tiene medida domiciliaria desde 2020 por supuesto deterioro en su salud, lo que le resulta inexplicable al abogado es cómo el empresario trabaja ocho horas al día y además enseña si está enfermo.
"A él le han pedido en tres ocasiones que se someta a exámenes médicos para verificar su condición, pero no ha sido posible hacerlo. Siempre asegura que hay un motivo para no presentarse", cuenta Niebles.
Por lo pronto, está pendiente el cumplimiento de una orden de la Corte Suprema de Justicia de que Viñas se someta a dichos chequeos médicos, con el fin de definir si debe volver a su sitio de reclusión en la Penitenciaría El Bosque de Barranquilla o si continúa con casa por cárcel.
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