Atentado a peaje en La Guajira: familiares de las víctimas reclaman justicia
Dalinyer Mercado, hermano de uno de los fallecidos, apuntó que por lo menos hasta el martes retendrán los cuerpos en Barranquilla.
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A múltiples estudios forenses están siendo sometidos en la sede de Medicina Legal en Barranquilla los cuerpos de Kerry Alberto Mercado Araujo y Liseth Carolina Orozco Castelar, los dos trabajadores que murieron recientemente tras la escalada terrorista en el peaje Alto Pino, ubicado en la vía que comunica a Maicao con Riohacha.
Dalinyer Mercado, hermano del operador de maquinaria pesada fallecido, apuntó que por lo menos hasta el martes retendrán los cuerpos en Barranquilla, mientras que de no encontrar huellas de ADN la entrega podría demorarse hasta dos meses.
“Me dijeron que viniera en horas de la mañana (del sábado), pero se demora todavía el proceso de entrega de los cuerpos porque tienen que practicarles varios exámenes. Al ser una muerte violenta, provocada por el grupo terrorista del ELN, entonces los médicos necesitan establecer un dictamen de cuál fue la causa del fallecimiento de mi hermano”, dijo inicialmente.
“Lo llamaron para hacer un turno adicional. El mismo día, el jueves, lo llamé y hablamos como de rutina para preguntarle por un caso que teníamos con mi otro hermano y él me respondió la llamada, estaba ocupado en ese entonces. Yo le pregunté qué porque estaba trabajando si se encontraba descansando. Me dijo la empresa me llamó a hacer un turno adicional entonces me tocó venir a hacerlo”, también relató.
Al margen de la espera y el difícil momento que atraviesan la familia Mercado Araujo, para ellos el mayor deseo es que haya justicia por la muerte de su allegado y que el presidente Gustavo Petro inicie un verdadero diálogo de paz.
“El mensaje que le doy al pueblo colombiano, más que todo al presidente Gustavo Petro como gobernante de nuestro país, es que hagan las negociaciones que tengan que hacer, que se haga justicia por la muerte de mi hermano. Ojalá esto no quede impune, porque era un hombre trabajador que dejó a toda la familia destrozada y con tres hijos”, apuntó.
Kerry tenía más de 15 años trabajando para la concesión Santa Marta - Paraguachón y, como ya mencionamos, justo el día del atentado debió quedarse para cubrir el turno a un compañero.
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Familiares de Liseth Carolina Orozco, por su parte, manifestaron que la mujer era una madre cabeza de hogar que solo tenía unos meses trabajando en el sitio, del que estaba muy feliz por un reciente ascenso en sus funciones.
“Queda uno impactado, yo solo le dirigí una oración a Dios pidiendo misericordia por todos nosotros y por esta humanidad. Uno ve las noticias en televisión y piensa que son cosas lejanas, pero esa realidad del país se palpa cuando le toca a uno. Estamos en guerra, algo tienen que hacer las autoridades. Somos inocentes, pónganse la mano en el pecho”, culminó su tía Miladis Orozco Altamar.