Hasta un metro de altura alcanza el agua cuando se empoza en algunos tramos de la Gran Vía, en el corredor universitario que comunica a Barranquilla con Puerto Colombia. Son aproximadamente 150 metros lineales que se han convertido en un peligroso lodazal.
Esta situación ha generado la afectación de 30 vehículos de Sobusa. Así lo describe Óscar Guerrero, director operativo de la empresa de transporte público, quien, después de reunirse con otras compañías del sector, no descarta dejar de transitar por ese tramo.
“Nos reunimos para tratar esta problemática con otras empresas de transporte que por allí transitamos, como Alianza Sodis, Cootransnorte, Coolitoral, Transmetro y La Carolina, debido al estado en el que está la vía antes de llegar al centro comercial. Es un tramo de 150 metros lineales y, cada vez que llueve, se empoza el agua, que alcanza casi un metro, lo que ocasiona daños en la parte eléctrica y mecánica. Esto también genera riesgos para la integridad del conductor y los pasajeros. Los vehículos, al pasar por este lodazal, pierden tracción, pueden resbalar e irse por la excavación, que es nuestro principal temor”, explicó.
Guerrero destacó también que las empresas de transporte se reunieron con autoridades de tránsito de Puerto Colombia, quienes se comprometieron a conversar con los encargados de la obra para buscar que, cada vez que llueva, se pueda evacuar el agua que genera los lodazales.
Si esto no se hace, agregó, se verían obligados a desviar la ruta, con las afectaciones que esto implicaría para el servicio y los usuarios.