Lo que pretendía ser un día de descanso en las playas de La Heroica para Óscar Benavides, un ciudadano oriundo de Tumaco, terminó en un altercado con la Policía y una denuncia pública que ha puesto sobre la mesa la vigencia y los límites de las concesiones hoteleras en el país.
El incidente ocurrió cuando Benavides y su grupo intentaron instalarse en un sector de la playa que se encuentra frente a uno de los hoteles más importantes de la ciudad.
Según su relato, apenas pasaron dos minutos antes de que la Policía llegara para retirarlos del lugar, bajo el argumento de que esa zona estaba concesionada.
"Las playas son públicas, son del pueblo y no son de los poderes económicos de este país", afirmó Benavides, quien, incluso, organizó un "paseo de olla" como acto de protesta para demostrar que cualquier colombiano tiene derecho constitucional a disfrutar de estos espacios.
Benavides cuestionó que se utilicen cercas o delimitaciones que impiden el libre tránsito, asegurando que ha recibido denuncias similares en Tumaco, San Andrés y Barranquilla.
"Hay un flagelo que se está presentando a nivel nacional, no le están permitiendo ni siquiera a los nativos y ni siquiera a las personas del común sentarse y poder disfrutar de sus familias", indicó Benavides.
Ante la controversia, el Hotel Las Américas aclaró que cuenta con una concesión otorgada por la autoridad marítima desde 1994, la cual se renueva cada 10 años.
Según el hotel, este permiso les permite instalar mobiliario (sillas, carpas y sombrillas) para beneficio del turismo, pero recalcaron que son conscientes de que las playas son bienes de uso público.
Versión de la Dimar
El capitán de navío, Alberto Luis Vuelvas, fue enfático al señalar que "las playas en Colombia no pueden ser privatizadas".
El oficial explicó que, si bien existen actos administrativos que autorizan a los hoteles el uso de mobiliario, los ciudadanos mantienen intacto su derecho al tránsito y al uso del mar.
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