Más de cinco años han pasado desde que entró en operación el nuevo puente Pumarejo para permitir el tránsito terrestre entre Atlántico y Magdalena, sin embargo, hoy amenaza con convertirse en un elefante blanco al no cumplir el real objetivo para lo que este fue construido: permitir el paso de grandes buques por debajo de la megaestructura, fortaleciendo la navegación por el río Magdalena.
La advertencia la está lanzado la Contraloría General de la República, que inició una intervención este jueves, a través de una serie de mesas de trabajo en las que el órgano de control busca que las autoridades locales y nacionales acuerden cuanto antes una hoja de ruta para la deconstrucción del viejo puente, que es lo que actualmente bloquea el paso de las embarcaciones.
Lilibeth Aguilera, vicecontralora en funciones, indicó que ya se estableció el monto que se requiere para deconstruir la vieja estructura, pero aún no se ha definido ni un mecanismo para llevar a cabo el proceso.
"Pudimos conocer cuánto cuesta desmontar el viejo puente, tendrá una inversión de unos 110.000 millones de pesos, pero, de acuerdo con lo que nos han informado, en el momento no se cuenta con licencia ambiental y ni siquiera se han hecho los trámites para la consulta de la misma, es decir, para ver si se requiere para el desmonte del puente", aseguró.
La vicecontralora aseguró que está en juego la inversión de más de 781.000 millones de pesos que requirió la construcción del nuevo puente Pumarejo, al no estar en completa funcionalidad.
Vale mencionar que, por lo pronto, lo que sí parece estar claro es que no se utilizarán explosivos para retirar la vieja estructura y esta es una de las razones por las que no se habla de demolición, sino de deconstrucción, que implica un proceso planeado para reducir al máximo el impacto ambiental.