La Troncal del Caribe, vía que conecta a Santa Marta con La Guajira, fue desbloqueada tras permanecer cerrada por más de un día por comunidades campesinas e indígenas de la Sierra Nevada. Sin embargo, los manifestantes trasladaron su protesta hasta las taquillas del Parque Nacional Tayrona, donde están permitiendo el ingreso gratuito de turistas como forma de presión hacia Parques Nacionales.
El paro se originó por el incumplimiento de un acuerdo de zonificación ambiental que campesinos e indígenas aseguran haber pactado con el Ministerio de Ambiente desde febrero de este año. Según los manifestantes, este convenio garantizaría la permanencia de más de 2.000 familias que habitan hace más de 70 años en la zona de la Lengüeta, actualmente en disputa con Parques Nacionales.
“Lo que pedimos es que la ministra firme el acuerdo con el que ya se había comprometido. No podemos seguir siendo excluidos del desarrollo por vivir en una zona que ahora consideran intocable, cuando nuestras comunidades han estado allí por generaciones”, expresó Carlos Piro, líder campesino.
Ante esta situación, el gremio bananero del Magdalena también alzó su voz. José Francisco Zúñiga, presidente ejecutivo de ASBAMA, aseguró que el sector enfrenta graves afectaciones por la reiteración de bloqueos en la vía.
“En lo que va del año ya van 32 bloqueos en el departamento del Magdalena. Esto pone en riesgo la exportación de más de mil contenedores semanales de banano que se movilizan hacia el puerto de Santa Marta. Afecta la calidad de la fruta y pone en riesgo el sustento de más de 19.000 familias que dependen del sector”, explicó Zúñiga.
El líder gremial pidió al Gobierno nacional establecer una regulación clara sobre las manifestaciones sociales que garantice el derecho a la protesta, pero sin vulnerar el derecho al trabajo y la movilidad de otros sectores productivos.
Aunque los manifestantes aseguraron que por hoy no volverán a bloquear la vía, advirtieron que si no se instala una mesa de diálogo con presencia de la Ministra de Ambiente, podrían retomar el cierre. Por ahora, la tensión se mantiene y la protesta continúa en la entrada al Tayrona.