Tuluá y otros municipios del Valle del Cauca están en alerta máxima tras la autorizada extradición de Andrés Felipe Marín Silva, alias ‘Pipe Tuluá’, principal cabecilla de la banda criminal La Inmaculada, dedicada en el centro del departamento a la extorsión de comerciantes y el tráfico de drogas.
Intentan las autoridades prevenir que la banda ataque vehículos de servicio público y comercios, como sucedió el pasado mes de febrero cuando Pipe Tuluá fue traslado de centro de reclusión en Bogotá y se mencionó por primera vez su posible extradición.
Sobre la decisión del Gobierno de Gustavo Petro de abrir un canal para un diálogo exploratorio de paz con esa banda, se pronunció el secretario de Seguridad del Valle, Guillermo Londoño. Según el funcionario, ese diálogo en este momento no es conveniente.
“Abrir una mesa de diálogo más en el Valle del Cauca, en plena época electoral, a seis meses de acabarse el Gobierno, no nos parece conveniente. Las anteriores no han dado resultado, no han terminado en sometimiento ni en desarticulación de las bandas criminales ni tampoco está claro cual es el piso jurídico de las mismas. Recomendamos analizar un ejercicio de este tipo”, expresó el funcionario.
La Inmaculada, que lleva el nombre del barrio de Tuluá donde surgió hace más de una década, es responsable de cientos de homicidios en el Valle, del asesinato de dirigentes políticos de esa ciudad, de amenazas y ataques contra jueces y fiscales y de varios atentados contra el actual alcalde de Tuluá, Gustavo Vélez .