Iglesia y líderes piden medidas urgentes ante nueva ola de violencia en Buenaventura
En paralelo, continúa el Espacio de Conversación Socio-Jurídico con los grupos 'Shottas' y 'Espartanos'.
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El puerto de Buenaventura atraviesa una nueva crisis de seguridad tras un violento fin de semana que dejó siete asesinatos. Entre las víctimas se encuentra Vladimir Bravo Núñez, joven futbolista de 24 años considerado una promesa del deporte local.
El crimen ocurrió en el barrio La Independencia, donde Bravo fue atacado a tiros mientras compraba comida. Su caso no fue aislado, pues se sumó a otros seis homicidios registrados en distintos sectores del distrito portuario.
La situación encendió las alarmas entre líderes sociales y comunitarios. Johaner Delgado, referente juvenil de la ciudad, advirtió sobre los riesgos crecientes que enfrenta la población civil en medio de las disputas entre grupos armados.
La Iglesia católica también elevó su voz de protesta. El arzobispo de Buenaventura, monseñor Rubén Darío Jaramillo, hizo un llamado al Gobierno nacional para adoptar medidas inmediatas que protejan a los habitantes del puerto.
Desde el ámbito político, el representante a la Cámara Duvalier Sánchez exigió al Ministerio de Defensa implementar un plan urgente que frene la escalada violenta y devuelva la tranquilidad a la ciudadanía.
En paralelo, continúa el Espacio de Conversación Socio-Jurídico con los grupos 'Shottas' y 'Espartanos'. Pese a la captura de algunos de sus voceros y a las acusaciones contra estas estructuras, las mesas siguen activas en medio de un clima de intimidación hacia la población.