
En zona rural del distrito de Buenaventura, la comunidad del corregimiento del Bajo Calima nuevamente está confinada en sus casas debido a los enfrentamientos entre la disidencia 'Jaime Martínez' y el ELN, grupos que se disputan el control territorial en esta zona del Pacífico.
Son más de 300 familias las que están en permanente zozobra, encerradas en sus casas cada vez que inicia un combate en la zona. Incluso, ya se llegó al punto donde las clases en los colegios y escuelas del sector se cancelaron, para evitar poner en riesgo a los niños y al personal docente.
"Hemos evidenciado que en muchas instituciones educativas los rectores, comunidades indígenas en algún momento decidieron cesar las actividades educativas con el fin de salvaguardar la vida de los niños, cuando hay presencia de los grupos al margen de la ley en el territorio", advirtió el personero de Buenaventura, Carlos Jefferson Potes.
Estos constantes enfrentamientos entre actores ilegales han provocado el desplazamiento interno de la comunidad del Bajo Calima, donde habitantes de las veredas San Isidro y la Esperanza se han trasladado hasta el sector conocido como La Colonia.
También se advierte el desplazamiento de varias familias hacia el casco urbano de Buenaventura o incluso la ciudad de Cali. Organismos defensores de derechos humanos están exigiendo que la comunidad del Bajo Calima no siga siendo re victimizada, teniendo en cuenta que hace varios años ya habían vivido este flagelo del desplazamiento forzado y que hace poco más de un año lograron regresar a su territorio, que por las condiciones aún no puede ser su hogar.