
La deuda de las EPS a clínicas y hospitales en el Valle del Cauca, ya supera los 3.5 billones de pesos y sigue generando estragos en la atención a los pacientes del departamento, aumentando la sobreocupación de los servicios de salud por el cierre en algunas instituciones privadas.
Esta cadena de complicaciones hace que se afecte aún más la atención a las personas que sufren enfermedades crónicas, pues sus tratamientos se han interrumpido por la falta de recursos.
"Tenemos muchas personas que no reciben sus medicamentos, unos se quejan y otros se aguantan. La gran mayoría de hipertensos y diabéticos no están recibiendo el tratamiento que deben tomar todos los días y se están complicando. Teniendo complicaciones que requieren servicios especializados que valen más y acaban de afectar la salud financiera", dijo María Cristina Lesmes, secretaria de salud del Valle.
Defensores de los derechos de los pacientes aseguran que el mayor obstáculo actual en la crisis del sistema, es la no entrega de medicamentos por parte de las IPS: "Pacientes de cáncer, párkinson, y otras enfermedades de alto costo han tenido que buscar otros métodos para comprar medicamentos, porque no los están entregando", indicó Luciano Calderón, vocero del Movimiento por la Salud.
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El cierre de servicios de salud privados tiene al tope las capacidades de hospitales públicos y clínicas de alta complejidad como el Universitario del Valle, el Club Noel, la clínica Valle del Lili y el hospital San Juan de Dios, los cuales están al 150% en su ocupación.