Barrancabermeja vive por estos días una experiencia única, el primer mariposario instalado dentro de un centro comercial en el departamento. Desde el 7 y hasta el 24 de agosto, el tercer piso del Centro Comercial San Silvestre alberga más de 23 especies de mariposas vivas, en un espacio especialmente adaptado para su permanencia.
El mariposario hace parte del proyecto Bosques con Alas, una iniciativa que nació en el corregimiento San Miguel del Tigre, en Yondó (Antioquia), un territorio que por años sufrió la violencia y que hoy le apuesta a la reconciliación y la sostenibilidad.
Según explicó Natalie Plata, vocera del proyecto, este proceso colectivo involucra a 70 familias en la cría de mariposas y a 23 beneficiarios del programa de pagos por servicios ambientales.
“Bosques con Alas tiene dos componentes: la restauración ecológica, donde se han recuperado y conservado más de 306 hectáreas, y la cría de mariposas, que incluye el aprendizaje y manejo de todo su ciclo biológico para posteriormente comercializarlas a través de bionegocios”, señaló.
El proyecto es liderado por la Asociación de Pescadores de San Miguel del Tigre (Asopesca) y ejecutado por la Fundación Con Vida, con apoyo del Programa Colombia Sostenible, el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio y la Unión Europea.
En el centro comercial San Silvestre, los visitantes podrán recorrer el mariposario en recorridos guiados de 20 minutos, observar el vuelo de las mariposas, conocer su ciclo de vida e incluso presenciar su nacimiento. También encontrarán un “Árbol de la Transformación”, donde podrán escribir sus deseos, y un pupario, lugar donde las mariposas se preparan para nacer.
“Lo que estamos trayendo no son solo mariposas. Es el reflejo de un territorio que se está reconciliando con la naturaleza y con su propia historia. San Silvestre es el oasis de Barrancabermeja y cobra vida; con esto reafirmamos el compromiso con la sostenibilidad que nos caracteriza”, afirmó Carlos Carreño, gerente del centro comercial.
El cierre de esta muestra será el 25 de agosto, con una liberación simbólica de mariposas que busca dejar una huella emocional en la ciudad.