Disidencias de las FARC y el ELN estarían integrando dentro de su accionar bandas criminales locales para disputar el control del microtráfico, extorsiones, sicariatos y demás actividades delictivas, lo que estaría generando un aumento de los casos de inseguridad en Bucaramanga y su área de influencia.
El general Henry Bello, comandante de la Policía Metropolitana, aseguró que se ha detectado la presencia de miembros de las disidencias del frente 33 de las Farc y del grupo armado organizado (GAO) ELN, quienes han llegado desde zonas como el Magdalena Medio, Catatumbo y el norte de Santander para cometer delitos.
“Hace un mes capturamos a alias ‘La Burra’, con 1.450 kilogramos de sustancias psicoactivas, armas de fuego, 16 millones de pesos en efectivo, cocaína y bazuco, esta persona tenía nexos con el GAO ELN, que le suministraba los estupefacientes para ser dosificados y comercializados en el área metropolitana”, reveló el oficial.
Además, se ha identificado una modalidad en la que estos delincuentes se hacen pasar como integrantes del Clan del Golfo para cometer homicidios y hurtos por encargo.
“La persona que asesinó al comerciante en Piedecuesta es de Barrancabermeja, no vamos a permitir que delincuentes que han sido expulsados de otras regiones vengan a generar caos en Bucaramanga”, expresó el alcalde Jaime Andrés Beltrán.
Uno de los casos más recientes fue la captura de alias ‘Richi’, quien perteneció al Clan del Golfo y delinquió en el departamento de Bolívar como parte de la estructura criminal conocida como “La Cordillera”.
Este sujeto llegó a Piedecuesta, donde incorporó a 10 jóvenes, a quienes les pagaba 800.000 pesos quincenales para que se dedicaran a extorsionar a comerciantes y operadores de chance ilegal.
Las autoridades advirtieron que los cabecillas de estos grupos armados suelen fortalecer las bandas locales con recursos y entrenamiento, y posteriormente regresan a sus regiones de origen para continuar delinquiendo desde la distancia.