
Una situación crítica enfrentan los apicultores del municipio de Ocamonte, en el sur de Santander, luego de que se registrara la muerte masiva de millones de abejas en diferentes fincas de la zona, especialmente en la vereda El Palenque. La emergencia ambiental fue denunciada por varios productores, quienes advierten sobre posibles afectaciones por el uso de agroquímicos en cultivos vecinos.
Uno de los casos más es el de Arley Pinzón, apicultor de la región, quien perdió 48 colmenas, lo que, según sus cálculos, representa la muerte de más de un millón de abejas.
“Se nos empezó a presentar en la zona unas mortandades de abejas. El 26 de marzo informamos a la Alcaldía de Ocamonte y al personero municipal. Enviamos los reportes al ICA y a la CAS”, explicó Pinzón, quien señaló que esta situación amenaza gravemente la producción de miel y la polinización de cultivos.
Según los apicultores, una de las hipótesis más fuertes sobre la causa de esta mortandad apunta al uso de pesticidas tóxicos promovidos por el Comité de Cafeteros.
“El pasado 17 de marzo empezaron las promociones de unos venenos altamente tóxicos para la apicultura. El 24 de marzo empezamos a ver las muertes. Creemos que puede haber una relación directa”, añadió.
Ante la gravedad de los hechos, el alcalde de Ocamonte, Sergio Chacón, anunció una investigación exhaustiva para establecer las causas de esta alerta ambiental.
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“Convocamos al Comité Departamental de Cafeteros y al ICA para verificar si se están utilizando agroinsumos que puedan estar afectando la apicultura. Nuestra prioridad es hacer control y vigilancia”, afirmó el mandatario local.
En el municipio de Ocamonte, más de 50 familias dependen directamente de la apicultura, una actividad clave tanto para la economía local como para el equilibrio ambiental.
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