“Contratista que no termina, contratista que se va”, con esta contundente frase el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, envió un fuerte mensaje a las empresas encargadas de las obras en los hospitales de Málaga, San Gil y San Andrés, en el departamento de Santander.
Durante una intervención pública, el jefe de la cartera de Salud expresó su inconformidad por los retrasos que se vienen presentando en estas infraestructuras, fundamentales para el sistema hospitalario regional.
“Málaga no termina, contratista que se va. San Andrés no termina, se va. Y todos ya están con Contraloría, Procuraduría y Fiscalía. Desde el principio”, advirtió el ministro, señalando que los entes de control están al tanto de la situación.
El funcionario denunció que algunos contratistas están buscando excusas para justificar los incumplimientos, alegando presuntas presiones locales o vínculos regionales.
“Ahora fueron a decir que porque son para la zona... que entonces yo, familiares de este... Yo no conocía a esos individuos ni me interesa conocerlos. Además, los demandé”, agregó con firmeza.
Las declaraciones del ministro se producen en un contexto de creciente preocupación por el estado de la infraestructura hospitalaria en Santander, donde varias obras clave presentan retrasos que afectan directamente la prestación de servicios de salud.
El ministro hizo un llamado a la eficiencia y transparencia en la ejecución de los recursos públicos, y reiteró que el Gobierno Nacional no tolerará demoras injustificadas ni actuaciones irregulares por parte de los contratistas.
“Aquí se vienen a hacer las cosas bien o no se hacen”, concluyó.