
En un contexto donde la tasa de natalidad en Colombia sigue en descenso, cada vez más parejas recurren a tratamientos de fertilidad con la esperanza de cumplir su sueño de ser padres. Sin embargo, detrás de estos procedimientos médicos se esconde una carga emocional significativa que rara vez se discute de manera abierta.
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Más allá de lo físico y financiero: la salud mental en riesgo
La doctora Laura Villamil, médica psiquiatra, subraya que el bienestar psicológico es tan crucial como los aspectos médicos y financieros en estos tratamientos. Procedimientos como la fecundación in vitro
(FIV) pueden generar una intensa montaña rusa emocional, en la que la esperanza se entrelaza con la frustración, la ansiedad, la depresión e incluso el duelo.
Según Vilamil, "las preocupaciones sobre la fertilidad pueden generar una enorme agitación emocional en una pareja", debido a factores como la incertidumbre, la presión social, los altos costos y el impacto en las relaciones personales.
Estudios publicados en la revista Fertility and Sterility confirman que la ansiedad y la depresión aumentan con el avance de los tratamientos , especialmente tras ciclos fallidos.
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Las emociones más frecuentes durante el proceso
Las parejas que se someten a tratamientos de fertilidad pueden experimentar una serie de emociones complejas, entre ellas:
- Depresión: más que una tristeza pasajera, se manifiesta como un estado de ánimo bajo persistente, fatiga, alteraciones en el sueño y el apetito, y aislamiento social.
- Ansiedad: el miedo al fracaso y la preocupación excesiva pueden generar pensamientos catastróficos, como "nunca podré tener un hijo".
- Irritabilidad y celos: el proceso puede hacer que las mujeres se sientan vulnerables, lo que aumenta la irritabilidad. Además, ver a otras personas embarazadas puede generar sentimientos de envidia y frustración.
- Duelo: las pérdidas, como abortos espontáneos o ciclos fallidos, pueden causar un dolor profundo, a menudo invisible para quienes rodean a la pareja.
- Aislamiento: la combinación de estas emociones puede llevar a una sensación de desconexión social y soledad.
El impacto emocional también afecta a los hombres
Aunque el enfoque suele centrarse en las mujeres, los hombres también sufren las consecuencias emocionales de la infertilidad. El 62 % de los hombres expresa el mismo deseo de tener hijos que su pareja, y un 8 % siente un deseo aún mayor, según cifras citadas por Vilamil. Sin embargo, muchos encuentran difícil expresar su angustia debido a los estigmas sociales.
Estrategias para afrontar la carga emocional
Ante este panorama, la psiquiatra recomienda diversas estrategias para manejar el estrés
emocional asociado a los tratamientos de fertilidad:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): ayuda a identificar y reemplazar pensamientos negativos automáticos con ideas más realistas y optimistas.
- Técnicas de relajación: prácticas como el yoga, la meditación y la atención plena pueden reducir significativamente los niveles de ansiedad.
- Comunicación abierta: fomentar el diálogo empático en la pareja fortalece la relación y brinda un apoyo emocional clave.
Un llamado a la integración del apoyo psicológico en los tratamiento
Los tratamientos de fertilidad representan una inversión no solo económica, sino también emocional. En un país donde el acceso a estos procedimientos sigue siendo limitado por sus altos costos, es fundamental que los sistemas de salud y aseguradoras incluyan apoyo psicológico como parte del proceso
.
Cuidar la salud mental durante un tratamiento de fertilidad es una de las cosas más importantes en el camino a la maternidad y paternidad
Es hora de romper el silencio sobre los desafíos emocionales que enfrentan quienes luchan contra la infertilidad y abogar por un enfoque más integral que atienda tanto el cuerpo como la mente.