Salvar vidas de aquellos que adquirieron el COVID-19 y cuyo estado de salud es crítico a tal punto de mantenerlos es la unidad de cuidados intensivos, es el propósito diario de los 15 médicos y enfermeros de esa unidad del Hospital Universitario de Santander que luchan contra la enfermedad.
A causa del aumento de casos, son más pacientes los que cada día requieren de hospitalización en UCI y el trabajo para el personal médico también se ha doblado.
“Desde últimas dos semanas el número de casos que han ingresado es cada vez mayor los pacientes llegan cada vez más graves más enfermos entonces el volumen de pacientes ya se apabullante”, contó Luis Daniel Cabeza Ruiz, médico internista del área de UCI COVID-19 del Hospital Universitario de Santander.
En el hospital la capacidad de camas está llegando al 90%, cada vez más pacientes requieren entubación, este viernes una mujer de 74 años falleció.
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“El grupo de pacientes que tienen alguna comorbilidad que los hace susceptibles es muy grande y hemos tenido pacientes de todas las edades así que nadie es inmune”, manifestó el médico Cabeza Ruiz.
“Antes de la pandemia nuestro objetivo era salvar vidas, pero hoy adicional a eso tenemos que nosotros también evitar contagiarnos para no contagiar a nuestras familias, es un trabajo duro, pero trabajamos para atender de la mejor manera a los pacientes y lograr su recuperación”.
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Las nuevas camas de cuidados intensivos para el Hospital Universitario de Santander se habilitarán la próxima semana, sin embargo, el personal médico que batalla en la primera línea espera que no sean ocupadas por nuevos pacientes.
Sin embargo, esta dramática realidad contrasta con las calles repletas de ciudadanos, el alarmante aumento de casos obligó al gobernador de Santander, Mauricio Aguilar, a decretar pico y cédula de dos dígitos y la exigencia de prueba negativa para quienes deseen entrar al departamento.
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“El pico y cédula de dos dígitos comenzando este sábado 1 de agosto con el número 1 y 2; el próximo lunes 3 y 4 y así sucesivamente; se amplía en una hora la actividad deportiva de lunes a sábado de 5:00 a.m. hasta las 9:00 a.m.”, confirmó el gobernador Aguilar.
En las calles algunos ciudadanos comparten las medidas.
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“Está bien porque así pues va a haber menos gente en la calle pienso yo”, expresó Ramón Aparicio, habitante de Bucaramanga.
“Me parece excelente porque dado a que se han disparado los casos lo mejor es estar en casa y no estamos exponiendo cada día”, dijo Hernán Espitia, otro habitante.
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