Llega la primera unidad móvil para atención psicológica en Cundinamarca
Una apuesta innovadora de la Universidad de Cundinamarca que empezará a operar desde septiembre de 2025.
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En un esfuerzo sin precedentes por llevar la salud mental a las regiones más apartadas de Cundinamarca, la Universidad de Cundinamarca (UCundinamarca) presentó la primera Unidad Móvil de Salud Mental Universitaria en Colombia, un proyecto innovador que comenzará a operar en septiembre de 2025 con una inversión de 1.100 millones de pesos.
La iniciativa, liderada por la Facultad de Ciencias de la Salud y el programa de Psicología de la sede de Facatativá, busca transformar la atención en salud mental en el territorio. Además, se enmarca en el Modelo Educativo Digital Transmoderno (MEDIT), que articula la academia con las políticas públicas y el bienestar comunitario.
La unidad móvil contará con consultorios completamente dotados, tecnología de registro clínico digital y acompañamiento profesional. En ella se brindará atención clínica básica, procesos terapéuticos, actividades de prevención y promoción de la salud mental, así como programas de psicoeducación para diferentes grupos poblacionales.
El psicólogo clínico y supervisor Rubén Darío Vega García explicó que el proyecto tiene dos ejes centrales: la atención directa a la comunidad y los procesos educativos.
Estamos articulados con la Secretaría de Salud de Facatativá. La idea es que vamos a desarrollar dos focos de atención, uno tiene que ver con los procesos de intervención a la comunidad en los territorios locales donde nos encontremos y el otro va a ser todo un proyecto de psicoeducación (...). La implementación comenzará con una frecuencia semanal y tendrá como punto de partida el municipio de Facatativá
El especialista añadió que el propósito es expandir progresivamente la cobertura hacia toda la Sabana de Occidente y, más adelante, a otros municipios del departamento.
El servicio estará disponible tanto para estudiantes universitarios como para la comunidad en general, incluyendo personas que enfrentan problemáticas como ansiedad, depresión, estrés, consumo de sustancias psicoactivas, violencia o trastornos más severos.
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“La unidad va a tener básicamente dos servicios: la atención terapéutica con seguimiento de los casos que lo requieran, y, en situaciones que ameriten remisión, se activarán las rutas de atención que tenemos en Facatativá, por ejemplo en casos de ideación suicida, violencia intrafamiliar o abuso sexual”, explicó Vega García.
Además de la función asistencial, el proyecto tiene un componente preventivo y de contención, activando redes institucionales cuando los casos excedan la capacidad de la unidad móvil.
La iniciativa también está pensada como escenario de práctica clínica para los estudiantes de Psicología, quienes estarán acompañados por docentes supervisores. Esto garantiza tanto la calidad de la atención como la formación profesional.
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“Es un tema no solamente de atención terapéutica, sino también de formación profesional, siempre con la supervisión clínica que amerita en todos estos casos”, subrayó Vega. La profesora Sara Milena Niño, psicóloga clínica y líder del proyecto, detalló que el inicio será progresivo.
El proceso todavía está en fase de pilotaje, razón por la cual operaremos una vez a la semana, inicialmente en Facatativá (...). Nuestra apuesta es a acciones de acompañamiento interventivo, prevención, detección y promoción
Según la docente, el lanzamiento se realizará a mediados de septiembre y, hacia octubre, se espera iniciar el acercamiento con comunidades fuera de la universidad.
Con esta unidad móvil, la Universidad de Cundinamarca marca un precedente nacional en la atención de la salud mental. Su carácter itinerante, su articulación institucional y su dimensión educativa lo convierten en un modelo replicable en otras regiones del país.
Más allá de la asistencia puntual, la propuesta busca derribar estigmas y promover el diálogo sobre la salud mental como un eje esencial del bienestar. En Colombia, el 17,4 % de los adultos reporta algún tipo de trastorno mental, según el Ministerio de Salud, lo que convierte a iniciativas de este tipo en herramientas fundamentales para cerrar brechas y fortalecer comunidades más sanas y resilientes.