
El pasado 26 de julio, la tragedia golpeó nuevamente a la familia de Drew Kohn, un joven originario de Florida, Estados Unidos . A tan solo unos días de cumplir 30 años, Kohn sufrió un accidente de tránsito fatal que acabó con su vida.
La historia de Drew Kohn es una de contrastes profundos entre la tragedia y la esperanza. En julio de 2017, a pocos días de cumplir 23 años, Drew se dirigía al gimnasio en su motocicleta cuando fue atropellado por un automóvil.
El accidente dejó a Kohn en estado de coma debido a una grave lesión cerebral traumática, acompañada de fracturas en el hombro, pelvis y costillas. Los médicos informaron a su familia que Kohn tenía muerte cerebral, pero decidieron mantenerlo conectado a una máquina, aferrándose a la esperanza de un milagro.
El milagro llegó en marzo de 2018, casi un año después del accidente. Drew despertó del coma, sorprendiendo a médicos y a sus familiares. Sus primeras palabras, "Te amo, mamá", marcaron el inicio de una recuperación que muchos consideraron un verdadero milagro.
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En una entrevista con WTLV en 2020, Drew expresó su gratitud y esperanza: “Mi historia representa el nunca perder la esperanza. Todo es posible cuando Dios está ahí. Me encantaría decirles a los demás que nunca se rindan”.
Durante los siete años siguientes, Drew vivió una vida llena de gratitud y apreciación por el tiempo adicional que le fue dado. Sin embargo, la tragedia volvió a alcanzar a Kohn en el mismo mes y pocos días antes de su cumpleaños número 30.
🚨 'Modern-Day Miracle' Killed by Pickup Truck 🚨
— Chicago MugShots (@ChicagoMugshot) July 29, 2024
Drew Kohn, a 30-year-old Florida man who miraculously woke up from a 244-day coma after a severe motorcycle crash in 2017, was tragically struck and killed by a pickup truck on Collins Road in Jacksonville. Drew, once considered… pic.twitter.com/LwKUy4itA9
El 26 de julio, mientras caminaba por Collins Road en Jacksonville, fue atropellado por una camioneta. El conductor del vehículo alegó no haberlo visto. A su llegada, los equipos de emergencia declararon a Drew muerto en el lugar del accidente.
A pesar del dolor inmenso por la pérdida, la madre de Drew encontró consuelo en la experiencia que compartió con su hijo tras el primer accidente. “Estoy en paz. Me dieron siete años y, como Ezequías, que puso su cara contra la pared, recuerdo estar sentada en la cama del hospital de Drew y decirme a mí misma: 'Hágase tu voluntad'”, expresó a WLTV-TV,
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