
El pastor César Castellanos, en su reflexión dominical, nos invita a meditar sobre la prosperidad y la maldición, estableciendo un vínculo entre la caída de Adán y la redención a través de Jesús. El pastor explica cómo el pecado introdujo espinos y cardos como símbolos de maldición en la tierra, pero Jesús, con su sacrificio y la sangre derramada de su cabeza por la corona de espinas, rompió esa maldición.
Castellanos recalca que la clave para la prosperidad es un corazón generoso y obediente. Basándose en pasajes como 2 Corintios 9:8 y Deuteronomio 28, subraya que la abundancia está ligada a la actitud de servicio y gratitud hacia Dios. Cuando se comprende que todo pertenece a Dios y se administra con fidelidad, las bendiciones fluyen sin restricciones.
Escuche la reflexión completa aquí: