Los menores tenían entre 8 y 10 años y los instrumentalizaban para mover drogas en sus juguetes sin que la Policía los detectaran. La mujer y el padrastro ahora están tras las rejas.
El jefe del grupo es señalado de coordinar el asesinato del líder social y gobernador indígena Rodrigo Salazar Quiñones, el pasado 09 de julio del 2020 en Tumaco.
El hombre, de 58 años, citaba a las menores en su vivienda para convencerlas de sostener relaciones sexuales a cambio de una suma de dinero que oscilaba entre los 20.000 y 100.000 pesos.
Néstor Rosanía indicó que los migrantes reclutados son utilizados como personal de logística, inteligencia y operatividad dentro de las organizaciones delictivas.
En el hecho resultaron dos campesinos heridos y tuvieron que ser remitidos a un centro asistencial. Son pertenecientes al Comité de la Unidad del Catatumbo.