Son 780 indígenas de la comunidad Embera Katío, provenientes de Chocó, los que se encuentran albergados desde hace tres días en el coliseo Carlos Mauro Hoyos tras ingresar a la fuerza ala Alcaldía de Medellín y causar graves daños.
Un gran porcentaje de ellos son niños que, en pocas palabras, son el centro de la discusión, pues entre algunas de las peticiones de la comunidad a las autoridades está que les permitan a las mujeres trabajar con sus hijos.
Los indígenas que, hacen parte de un grupo de 198 familias, acordaron con las autoridades en las últimas horas retornar de forma voluntaria a la zona del Alto Andágueda en Chocó, eso sí, siempre y cuando el Estado les garantice que no volverán a ser desplazados por grupos armados.
"A todas las familias que retornen a Chocó se les va a dar por un año ayuda humanitaria de emergencia en alimentos, mientras recuperan sus proyectos productivos para auto abastecerse” indicó Claudia Patricia Vallejo Avendaño, directora territorial en Antioquia de la Unidad para las Víctimas.
De igual forma, para facilitar el retorno que se debe realizar en las próximas semanas, la Unidad para las Víctimas iniciará con la caracterización de las familias este lunes para identificar sus actuales condiciones de vida y carencias para atenderlas.
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