La Fiscalía imputó cargos por interés indebido en la celebración de contratos al exdirector del IDU, Néstor Eugenio Ramírez Cardona, por favorecer presuntamente a un contratista, para terminar la fase tres de la Calle 26, luego que los Nule incumplieran el contrato, por el escándalo en el carrusel de la contratación en la capital del país.
En la audiencia, Ramírez Cardona no aceptó su responsabilidad en el hecho.
La decisión obedece a que el exdirector del IDU, intervino y presuntamente favoreció a una empresa que ejecutó la Fase III de Transmilenio, mediante una cesión del contrato en febrero de 2010.
La Fiscalía considera que, con la suscripción de al menos cuatro cláusulas, Néstor Eugenio Ramírez modificó los precios globales a unitarios, lo que aumentó el costo total del contrato; aumentó el valor del pago anticipado, aprobó la eliminación de obras no priorizadas por valor de $63.000 millones, entre otras irregularidades que se habrían cometido.
Además, se evidenció que se habrían suscrito actas de adición presupuestal por $30.000 millones y prórrogas para ejecutar la obra.
Con estas inconsistencias, el proyecto quedó sin recursos, al punto que el contratante requirió presupuesto adicional para culminarlo.
La Fiscalía cree que Ramírez Cardona tendría pleno conocimiento de las acciones que debía realizar para concretar el supuesto favorecimiento del cesionario; pues sabía de antemano de las referidas modificaciones contractuales, de las adiciones presupuestales y de las prórrogas.
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