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Han pasado casi dos meses desde aquella trágica noche en la que Manuela Zapata, una joven de 22 años, resultó con una bala incrustada en su cuerpo. El disparo lo tiene a 1 milímetro de su columna.
La situación se presentó luego de qué ella y dos amigos más salieron a departir, a las afueras de Cajicá (Cundinamarca). En los hechos, Manuela resultó herida. Su amigo, Mario Mahecha, falleció y un tercer joven salió ileso.
Según las investigaciones, los jóvenes omitieron un pare de la Policía. Los uniformados, al parecer, reaccionaron de manera violenta y dispararon en más de ocho oportunidades a la camioneta en la que se movilizaban los tres jóvenes.
Desde ese momento, los policías fueron apartados de su cargo, En las últimas horas se conoció que la Fiscalía prepara decisiones de fondo para esta semana y podría imputar cargos a los uniformados por haber disparado a los jóvenes.
"Es que no dispararon contra el carro, dispararon contra nosotros", señaló Zapata en entrevista en Blu Radio.
El ente investigador adelanta análisis de balística para determinar cuáles fueron las direcciones y las presuntas responsabilidades de los investigados. Además, con testimonios, establecerán qué pasó en este confuso procedimiento policial.
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Mientras tanto, las familias exigen justicia y piden esclarecer por qué uniformados de la policía dispararon en contra de jóvenes desarmados, en un procedimiento que deja más dudas que certezas.
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