Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reciba notificaciones de Blu Radio para tener las principales noticias de Colombia y el mundo.
No activar
Activar

Publicidad

Violentos disturbios en Bogotá entre indígenas y la Policía dejan 27 heridos

Las autoridades informaron que dos personas ya fueron capturadas.

disturbios en Bogotá entre indígenas y la Policía (1).jpg
Disturbios en Bogotá entre indígenas y la Policía
Foto: captura de video

Una protesta en el centro de Bogotá de indígenas emberas desplazados por el conflicto, que reclaman atención y una mejora de sus condiciones de vida, acabó este miércoles con fuertes disturbios con la Policía y un saldo de 27 heridos, 15 de ellos policías.

"El día de hoy vivimos una jornada de violencia injustificada en el centro de Bogotá de varios representantes de la comunidad embera que están asentados en el alojamiento temporal de La Rioja", explicó el secretario de Gobierno de Bogotá, Felipe Jiménez.

La Alcaldía de la capital colombiana aseguró que desde por la mañana establecieron una mesa de diálogo para escuchar sus reclamos y "solucionar de forma rápida" el problema presentado, pero la comunidad embera prosiguió las protestas, "y bloquearon el ingreso y la salida de varios edificios de la ciudad".

Organizaciones de derechos humanos denunciaron que la Policía y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) llegaron al frente del Edificio de Avianca, en pleno centro, cuando había mujeres embarazadas, niñas y niños que se estaban manifestando pacíficamente por alimentos y una vivienda digna con luz y agua.

Publicidad

Esto provocó varios heridos, a la vez que algunos grupos de protestantes comenzaron a atacar con piedras a los policías e incluso llegaron a atacar con palos a uno de ellos que quedó tumbado en el suelo, según denunciaron medios locales.

La Alcaldía aseguró que la policía intervino para "recuperar la zona", pero en los enfrentamientos siete gestores de convivencia, otras cinco personas y 15 policías quedaron heridos "producto de violencia injustificada".

Publicidad

"La Policía está avanzando en la captura y judicialización de todos y cada uno de los responsables", aseguró Jiménez, quien añadió que ya hay dos detenidos.

“Es violencia inaceptable, que no debe quedar impune”

Después las agresiones por parte de indígenas de la comunidad embera, asentada en Bogotá, en contra de miembros de la fuerza pública durante las manifestaciones que se presentaron este miércoles, 19 de octubre, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, se pronunció y rechazó estos actos.

Publicidad

La mandataria de la capital condenó los hechos, en los que resultaron lesionados 11 miembros de la Policía, así como a gestores de convivencia del Distrito, y los tachó de inaceptables.

“¡Esto no es protesta social! ¡Es violencia inaceptable, que no debe quedar impune! La impunidad al abuso y violencia solo incentiva su reproducción. Así como he denunciado y hecho judicializar abusos de miembros de la fuerza pública, haré lo propio con esto”, escribió López en su Twitter.

Publicidad

Asimismo, informó que la Alcaldía Mayor de Bogotá, la Policía y el Ministerio de Defensa dieron instrucciones para que se “denuncie y judicialice a los responsables” de los mencionados actos violentos.

Sin solución para los indígenas

Hace medio año más de un millar de indígenas que llevaban meses acampados en el céntrico Parque Nacional de Bogotá acordaron una reubicación, pero las autoridades no les dieron solución para los problemas de salud, vivienda y educación que encontraron en este nuevo destino.

Por ello, y ante incontables llamadas de atención, algunos de estos indígenas, que son desplazados de otras zonas de Colombia por el conflicto, salieron hoy a protestar por el centro de la ciudad.

Publicidad

"Somos víctimas vulnerables, no tenemos subsidios, no tenemos nada", decía Rosmira Campo, lideresa indígena embera desplazada desde el departamento de Risaralda.

Familias enteras, con niños pequeños y mujeres embarazadas, permanecieron ocho meses en el parque, viviendo entre improvisadas carpas y tenderetes, en condiciones inhumanas, donde el intempestivo clima de Bogotá provocó brotes de enfermedades y hubo más de un muerto por atropellos en calles cercanas y dos niños que fallecieron por problemas cardiorrespiratorios.

Publicidad

Después de ese tiempo, el Gobierno de Bogotá les ofreció una reubicación en el barrio de La Rioja y otros periféricos, donde denunciaron hacinamiento, falta de acceso a agua potable y electricidad, así como otras condiciones de insalubridad.

Escuche y siga el podcast Diagnóstico Criminal

  • Publicidad