“Plata o plomo” sigue siendo el mensaje amenazante que a diario recibe el comercio del área metropolitana de Barranquilla por parte de las bandas delincuenciales que buscan, a través del cobro de rentas extorsivas, financiar sus actuaciones criminales a como dé lugar.
En la última semana fueron atacados a tiros un negocio de lubricantes de carro, un establecimiento nocturno y dos estaciones de servicio del área metropolitana, cuatro atentados que dejaron una persona muerta y tres más heridas. El fallecido era trabajador de una de las bombas de gasolina atacadas.
La situación preocupa más si se tiene en cuenta que solo en junio van 55 asesinatos en el Atlántico, indicó Arturo García, expersonero de Barranquilla y analista del Observatorio para la Violencia en este departamento.
"Lo cierto es que se puede hablar, lamentablemente, de un retroceso en materia de seguridad, más aún si tenemos en cuenta que varios de los hechos sicariales han tenido como escenario la utilización de armas de largo alcance o de uso privativo de las fuerzas armadas, como mini uzi", dijo García.
De las 55 muertes violentas registradas en junio en el Atlántico, 30 ocurrieron en Barranquilla, 17 en Soledad, 5 en Malambo, 1 en Puerto Colombia, 1 en Santo Tomás y 1 en Luruaco.
Las cifras evidencian que la situación es más crítica en el área metropolitana de Barranquilla, donde recientemente la Defensoría del Pueblo emitió una alerta temprana advirtiendo este riesgo derivado de la presencia de bandas criminales y el enfrentamiento entre las mismas.
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