El periodismo y el poder: editorial de Óscar Montes
Editorial del panelista Óscar Montes en Vive Barranquilla.
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La actriz estadounidense Meryl Streep acaba de dar una lección sobre cómo debe ser la relación de los medios de comunicación y los periodistas con el poder. Durante la entrega de los premios Globo de Oro la talentosa artista llamó la atención sobre la manera cómo los poderosos del mundo, especialmente el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pueden marcar el comportamiento de la sociedad, pues se trata de personalidades con una amplia influencia sobre la comunidad.
Para evitar que ello ocurra, la actriz pidió a los medios de comunicación que continúen con su trabajo de vigilar el comportamiento de quienes ostentan el poder. "Necesitamos que los medios de comunicación sigan adelante con su tarea, puesto que se requiere de ellos para salvaguardar la verdad".
Así es. La única razón que justifica la presencia de los medios de comunicación es la búsqueda de la verdad. No hay otra. Y ello significa que debemos cuestionar y vigilar el comportamiento de quienes ejercen el poder, sea este legítimo o ilegítimo, sin importar el costo que debamos pagar con ello.
La historia está llena de periodistas asesinados o detenidos por cumplir con el sagrado deber de buscar la verdad donde quiera que se encuentre. Las amenazas para quienes así se comportan son pan de cada día y ninguna de ellas logra silenciar a quienes tienen el compromiso moral y social de denunciar los abusos de los poderosos.
En Colombia el periodismo no se puede ejercer de otra manera, más en los tiempos que corren donde quienes tienen el poder político o económico no ahorran esfuerzos por comprar, cooptar o silenciar a quienes ejercemos el más hermoso de los oficios, como lo definió con toda razón Alberto Camus.
La prensa es contrapoder. Los periodistas no hacemos parte del “comité de aplausos”. La prensa no está al servicio de los poderosos. Se equivocan quienes creen que ser crítico es ser enemigo de los procesos, los diálogos o las negociaciones. Nada más alejado de la realidad. La escuela del periodismo estadounidense -aquella a la que se refiere Meryl Streep- definió al papel de la prensa como el "perro guardián", que está listo para ladrar cada vez que considere que se está faltando a la verdad o se están vulnerando los derechos de los más débiles.
Ese es nuestro papel fundamental. No estamos para ser alcahuetas de los poderosos, ni tampoco para justificar sus desmanes o sus desvaríos. Ya es hora de que los poderosos lo entiendan, o que sus serviles servidores dejen de lanzar falsas acusaciones o señalamientos a quienes cumplimos con él deber de ladrarles a los poderosos, estén armados legal o ilegalmente.