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Ecopetrol y autoridades ambientales del Cesar y Santander reforzaron los trabajos de mitigación del grave daño ambiental que causó el atentado del pasado lunes contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas, en el municipio de El Carmen, Norte de Santander.
El daño ecológico es grave y hay alerta por la posibilidad de que la mancha de petróleo llegue al río Magdalena, por lo que se instalaron puestos de control y recuperación del crudo en los sectores de Boquerón y el río Simaña, en el sur del Cesar.
Fotografías divulgadas por Ecopetrol muestran un desastre ecológico de grandes proporciones por el derrame de crudo sobre los afluentes, que afectó los acueductos de al menos tres municipios.
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Rafael Espinosa, vicepresidente de Transporte de Ecopetrol, explicó que en el plan de contingencia para controlar la mancha de crudo trabajan más de 100 operarios.
El Ejército Nacional atribuyó el atentado, el número 43 este año contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas, a guerrilleros del ELN.
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