De vuelta a la libertad soldado profesional que duró casi cinco meses secuestrado por el ELN
En Norte de Santander el secuestro sigue latente y es una práctica no solo de los grupos insurgentes, sino también de la delincuencia común.
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Una comisión de la Defensoría del Pueblo Regional Ocaña, en cabeza de la abogada Deysi Díaz Torrado, el Personero de Tibú, Jhon Ascanio, y la Pastoral Social del municipio se internaron en la zona del Catatumbo para traer de vuelta a la libertad a cuatro personas que se encontraban secuestradas por la guerrilla del ELN.
Uno de los liberados es el soldado profesional Yeison Martínez Tapias, quien cumplía 4 meses y 25 días en poder de esta guerrilla. El uniformado fue secuestrado el pasado 4 de noviembre en la vereda Vetas del municipio de Tibú, en Norte de Santander, cuando adelantaba una labor social en favor de la comunidad.
El uniformado, con trece años como soldado profesional en la institución y adscrito al Batallón de Construcciones Número 50, se mostró complacido de retornar al seno de su hogar y compartir con su familia en estas épocas próximas a la Semana Santa.
Junto al soldado profesional retornaron a la libertad José Álvaro Rodríguez, de 21 años, Isaura María Paz Contreras, natural de Venezuela y de 47 años, y Jair Daniel Osorio Contreras, de 24 años, a quienes esta guerrilla señala como informantes del Estado.
La Defensoría del Pueblo trajo de vuelta a la libertad al Soldado profesional Yeison Martínez Tapias, quien cumplía 4 meses y 25 días en poder del ELN, y tres personas más. #VocesySonidos pic.twitter.com/0BHJZajLIO
— BluRadio Colombia (@BluRadioCo) March 29, 2022
Por su parte, la abogada Deisy Díaz Torrado, defensora regional en Ocaña, dijo que estas acciones hacen parte de la misión institucional para ser garantes de los derechos humanos.
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"Hemos estado atentos al llamado de las comunidades que nos requieren, actuamos en el territorio y sabemos que estas misiones al final, dejan la satisfacción de un deber cumplido al ver la felicidad de quien regresa a la libertad y de la familia que en casa espera", resaltó.
Es de anotar que en Norte de Santander el secuestro sigue latente y es una práctica no solo de los grupos insurgentes sino también de la delincuencia común.
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