El presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), José Ignacio López, advirtió que la decisión del Gobierno Nacional de aplicar retención en la fuente a los pagos realizados a través de plataformas digitales como Bre-b, Nequi o Daviplata, “es una mala idea” que puede afectar la confianza en estos nuevos sistemas de pago e incentivar el uso del efectivo.
En entrevista en Mañanas Blu, con Néstor Morales, López explicó que aunque el diagnóstico del Ministerio de Hacienda parte de una premisa válida —la necesidad de nivelar la cancha entre los diferentes medios de pago—, la medida termina siendo contraproducente.
“La idea de fondo es correcta: que todos los medios de pago tengan el mismo tratamiento. Pero lo que está pasando es que se está nivelando la cancha por lo alto y no por lo bajo”, señaló.
Según el presidente de Anif, el objetivo del país debe ser promover la inclusión financiera y reducir el uso del efectivo, que sigue siendo “el gran instrumento de la informalidad”. Sin embargo, advirtió que esta nueva retención podría tener el efecto contrario:
“Si bien no cobija todas las transacciones, ya de entrada va a generar una desconfianza en un nuevo sistema que es una gran promesa. Bre-b es un producto adicional que permitiría más transacciones observables, pero con esta medida se desincentiva su uso”, afirmó.
López destacó que sistemas de pago inmediatos, como Bre-b, no deberían verse como herramientas de fiscalización, sino como mecanismos que fortalecen la bancarización y permiten al sistema financiero ofrecer mejores productos.
“En otros países ha quedado claro que no es un sistema para sacarle más tajada a la gente, sino para que más personas transen y esas operaciones sirvan como insumo para el crédito y la formalización”, explicó.
El dirigente gremial insistió en que el Gobierno debería buscar “nivelar la cancha por lo bajo”, es decir, eliminar la retención en datáfonos en lugar de extenderla a los nuevos medios de pago.
“Las retenciones son costosas para los comerciantes, especialmente en un momento de tasas de interés altas. Retener hoy implica tener la caja atrapada durante un año o más”, señaló.
Además, advirtió que la urgencia de recaudo fiscal no justifica decisiones que terminen afectando la formalización y la innovación financiera.
“Esa urgencia de caja termina afectando las cuentas fiscales en el mediano y largo plazo. Lo urgente puede ser enemigo de lo importante”, dijo López, al advertir que el déficit podría incluso superar el 7,1 % del PIB proyectado por el propio Gobierno.
El presidente de Anif también coincidió en que, aunque técnicamente la medida no es un impuesto sino una retención anticipada, en la práctica su costo termina trasladándose al consumidor.
“En la mayoría de los casos, el comerciante sube sus precios y quien termina pagando el impuesto es el comprador. Eso lleva a que muchos prefieran operar en efectivo para evitar la retención, lo que agrava la informalidad”, puntualizó.
López concluyó que, de mantenerse la medida, el país podría “perder por todos los lados”: se desincentivaría el uso de medios digitales, aumentaría el uso de efectivo y se frenaría la formalización.
Escuche la entrevista completa en el audio adjunto: