Tras su extradición a Colombia, un juez de control de garantías impuso medida de aseguramiento en centro carcelario a Julián Eduardo Cifuentes Gómez, señalado como responsable del homicidio del sacerdote Darío Valencia Uribe, párroco de la iglesia Perpetuo Socorro de Pereira.
De acuerdo con la Fiscalía, el 25 de abril de 2024 Cifuentes se reunió con el sacerdote para concretar el pago de 30 millones de pesos por la compra de una camioneta. En ese encuentro, presuntamente le disparó en varias ocasiones y abandonó el cuerpo en zona rural de Belalcázar, Caldas.
Horas después del crimen, huyó a Francia, donde permaneció cerca de un año detenido por las autoridades de ese país, tras la emisión de una notificación roja de Interpol.
El cuerpo del sacerdote fue ubicado en septiembre de 2024 por el CTI y el Gaula de la Policía. A su regreso a Colombia, Cifuentes fue capturado en el aeropuerto El Dorado y presentado ante un juez.
La Fiscalía le imputó homicidio agravado; fabricación, tráfico o porte de armas de fuego; y ocultamiento o destrucción de evidencia. El procesado aceptó los cargos y confesó ser el responsable del asesinato del sacerdote.