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La Universidad Nacional de Colombia (UNAL) advirtió que, para el año 2030, el río Amazonas podría dejar de pasar por Leticia durante buena parte del año, debido a un proceso de redistribución de sus flujos que favorece los brazos peruanos del río sobre los colombianos.
En entrevista con Blu Radio, el profesor Santiago Duque, coordinador del grupo de investigación Limnología Amazónica de la UNAL, explicó que la sede Amazonia lleva más de tres décadas estudiando los recursos hídricos de la región. Durante ese tiempo han observado una creciente disminución del flujo de agua por los brazos del Amazonas que recorren territorio colombiano.
“Desde finales del siglo XX, detectamos que el río redistribuye su flujo a diferentes velocidades entre los canales peruano y colombiano. Como los brazos colombianos son más lentos, el río empieza a depositar sedimentos, lo que genera playas e islas que disminuyen aún más el flujo de agua”, explicó Duque.
Estudios de 1993 y 2006, ya mostraban que cerca del 70 % del caudal del Amazonas frente a Leticia se desviaba hacia el brazo peruano, mientras que apenas un 30 % lo hacía por los canales colombianos. Investigaciones recientes con equipos de medición de alta precisión han revelado que actualmente el caudal por Colombia es inferior al 20 %.
De continuar esta tendencia, el Amazonas solo alcanzaría suelo colombiano durante la temporada de inundaciones, es decir, durante algunos meses del año. En otras épocas, los habitantes y visitantes de Leticia tendrían que cruzar a Perú para tener contacto con el río.
El profesor Duque indicó que existen propuestas técnicas desde hace casi 20 años para enfrentar este fenómeno. Una de ellas contempla obras de dragado en sectores críticos del canal colombiano y la intervención en el fondo del estrecho de Nazaret, entre Leticia y la frontera con Perú.
Estas soluciones permitirían recuperar parte del flujo del Amazonas hacia territorio colombiano, ayudando a arrastrar los sedimentos acumulados y estabilizar la dinámica fluvial. No obstante, requieren inversión, actualización técnica y cooperación trinacional, ya que los efectos también impactan a Brasil y Perú.
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“El río es un cuerpo dinámico, está vivo. Si no se actúa pronto, Leticia podría perder su vínculo directo con el Amazonas durante la mayor parte del año”, concluyó el investigador.
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