De acuerdo a la información dada a conocer sobre los dos pichones de guacamayos, hacen parte de la especie conocida popularmente como ‘azulamarillos’, los cuales se encuentran en peligro de extinción.
Los animales se encuentran en buen estado de salud y están siendo cuidados por áreas profesionales del Bioparque de La Plata, en Argentina.
Esta especie hace parte de la gran diversidad de aves que se encuentran en países como Colombia, Brasil, Perú y Bolivia, en zonas donde su hábitat se ha visto amenazada por actividades como la caza y el tráfico ilegal de especies.
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Se sabe que este tipo de guacamayos una vez encuentran su pareja, ya no se separan. Además, anidan en promedio cada dos años entre los troncos de los árboles y palmeras que se encuentran en su hábitat.