Ni Renault ni Volkswagen: estas son las marcas de carros más robadas en el país en 2025
Según datos de la Policía Nacional, en los primeros siete meses de este año se han robado más de 25.000 vehículos, entre carros, y motos.
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El robo de carros, motos y autopartes en Colombia avanza en 2025 con cifras que reflejan la consolidación de un mercado paralelo de gran impacto económico.
Según datos oficiales de la Policía Nacional (SIEDCO), en los primeros siete meses del año se registraron 19.638 motocicletas, 5.100 carros y 2.900 autopartes hurtadas, lo que representa pérdidas cercanas a los 410.000 millones de pesos.
Pero el hurto no es la única fuente de abastecimiento para estas redes. La DIAN estima que el 10 % de los repuestos que entran al país lo hacen de manera irregular, es decir, unos 260 millones de dólares en contrabando sobre un total de 2.600 millones importados en 2024.
Los reportes de la Asociación no señalan a marcas como Renault o Volkswagen entre las más golpeadas. En el caso de los carros, las cifras muestran la preferencia de los ladrones por marcas como Toyota, Kia, Chevrolet y Mazda, que también hacen parte de las más vendidas incluyendo a la francesa que no está dentro de las más afectadas.
En el segmento de motocicletas, las más robadas son las de Bajaj y AKT, marcas que por su volumen de circulación en las calles resultan especialmente vulnerables a este delito.
La situación fue descrita por Carlos Andrés Pineda Osorio, presidente de Asopartes, quien explicó que el fenómeno opera como un circuito: primero se da el robo, luego el contrabando alimenta la oferta y, finalmente, los productos ilegales llegan a competir directamente con los canales formales de venta.
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“El resultado es doblemente grave: mayor riesgo en las vías por piezas sin certificación y menos empleo de calidad en talleres, distribuidores y fabricantes que cumplen la ley”, aseguró.
Entre los componentes más buscados por estas mafias, tal como lo reveló Blu Radio hace unos meses, están las placas, los espejos laterales, las llantas y las unidades de control electrónico (ECU), artículos que circulan con rapidez en el mercado, tienen alta demanda y generan ganancias considerables para quienes los comercializan sin cumplir la norma.
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Uno de los robos de mayor resonancia ocurrió el 24 de agosto en Bogotá, cuando en una bodega de la compañía Peláez Hermanos fueron sustraídas 986 baterías Willard.
El botín fue avaluado en cerca de 800 millones de pesos. Según Asopartes, hechos como este demuestran la logística y organización de estas estructuras, capaces de movilizar grandes volúmenes de repuestos de forma clandestina.
El impacto no se limita a los propietarios. Según Pineda Osorio, cada pieza robada o de contrabando significa menos ventas para el comercio legal, lo que afecta el flujo de caja, encarece los seguros y limita la inversión en inventarios y tecnología.
“Cada pieza robada o de contrabando es una venta menos para el comercio legal; eso se traduce en menos capacitación técnica, menos innovación y menos puestos de trabajo formales en la cadena del aftermarket”, puntualizó.
Ante este panorama, Asopartes delineó un plan de acción para reducir el alcance del mercado ilegal. La estrategia contempla cinco frentes:
Para el gremio, la lucha contra el mercado ilegal de repuestos no es únicamente un tema económico, sino también de seguridad en las carreteras y de sostenibilidad empresarial.
“Defender la legalidad es también defender el bienestar de los colombianos y la competitividad del sector motriz en el país”, concluyó Pineda Osorio.
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