Las negociaciones indirectas entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás comenzaron este lunes en Egipto para discutir los términos del plan del presidente estadounidense, Donald Trump, con el fin de poner fin a la guerra en la Franja de Gaza.
Estas conversaciones, que cuentan con la participación de mediadores de Estados Unidos, Egipto y Catar, se llevan a cabo entre equipos técnicos y no políticos en la ciudad balneario egipcia de Sharm el Sheij -en el sur del Sinaí- y se espera que duren varios días, según fuentes egipcias de seguridad que pidieron mantener el anonimato.
La televisión Al Qahera News, cercana a los servicios de Inteligencia de Egipto, confirmó que las delegaciones habían llegado a Sharm el Sheij y que las conversaciones indirectas habían comenzado, si bien apuntó que "están rodeadas de un completo secretismo".
El escritor y analista de Medio Oriente, Koldo Salazar, ofreció su perspectiva en Mañanas Blu, sobre el contexto actual del conflicto y las complejas implicaciones de la propuesta de gobernanza para Gaza, alertando sobre las consecuencias estratégicas para Israel y el futuro político de Benjamín Netanyahu.
La mediación egipcia, históricamente fundamental en la región, ofrece un rayo de esperanza a pesar de la gravedad del actual conflicto, que supera con creces los escenarios anteriores. Salazar enfatizó que, aunque la mediación egipcia siempre ha buscado poner fin a las operaciones militares, el contexto de la guerra iniciada en 2023 es "mucho más violento, mucho más complejo que la mera el mero ataque con cohetes por parte de Jamás, a lo que estábamos acostumbrados los últimos 20 años, desde el año 2007".
El inmenso coste político y militar de Israel
Según el analista, la escalada militar ha alcanzado un punto de inflexión. La situación humanitaria en Gaza es insostenible, lo que, sumado a las pérdidas militares israelíes y la falta de objetivos militares decisivos, ha forzado a ambas partes a la mesa de negociaciones.Salazar es contundente al describir la situación estratégica de Israel, la cual ha sufrido un deterioro significativo a nivel internacional.
Esta presión, más que las victorias en el campo de batalla, ha sido determinante para impulsar las conversaciones.En una declaración textual, Koldo Salazar señaló la magnitud de este revés estratégico: "Es realmente una derrota estratégica que ha empujado a Jamás precisamente y a Israel a sentarse y negociar. Uno de los puntos de quiebre básicos ha sido el reconocimiento del Estado de Palestina por parte del Reino Unido y Francia y por lo tanto es ese daño a la imagen por un lado de de Israel, que es un país que vive básicamente también de su imagen, el daño al turismo, el hecho de haber resultados ser o haber provocado una imagen de ser un estado excesivamente agresivo, no solamente en Gaza, sino también en el Líbano, también en Siria, también en Irak, también en Irán o en Yemen sin haber logrado objetivos claros, pues es realmente una derrota estratégica que ha empujado a a Jamás precisamente y a Israel a a sentarse y negociar".