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Israel: doloroso video no deja que un padre pierda la esperanza de encontrar con vida a su hijo

Publicado en las redes sociales y enviado a la familia tras varios días sin recibir noticias, el video es el último signo de vida del joven. La imagen que Jon Polin guarda de su hijo es la de un video en el que tiene el brazo casi arrancado, mientras unos combatientes de Hamás lo empujan a la parte trasera de un camión.

Jon Polin
Jon Polin
Foto: redes sociales

La imagen que Jon Polin guarda de su hijo es la de un video en el que tiene el brazo casi arrancado, mientras unos combatientes de Hamás lo empujan a la parte trasera de un camión, tras sembrar el pánico en una fiesta en el sur de Israel.

"Es un video que nadie tiene ganas de ver cuando se trata de seres queridos. Sin embargo, lo he visto decenas de veces. Quizá cientos de veces", dice Polin.

Su hijo, Hersh Goldberg-Polin, un israelo-estadounidense de 23 años, forma parte de quienes los comandos del grupo islamista palestino Hamás se llevaron a la fuerza el 7 de octubre a la Franja de Gaza donde, según las autoridades israelíes, unas 210 personas estarían cautivas.

Publicado en las redes sociales y enviado a la familia tras varios días sin recibir noticias, el video es el último signo de vida del joven. Frente a la prensa, en un hospital de Jerusalén, Polin explicó el domingo que tiene la esperanza de que su hijo vuelva con vida.

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Tras haber pasado tiempo con su familia por las fiestas judías de Sucot, la víspera de los ataques se fue con unos amigos a acampar, bailar y divertirse en una fiesta en la que unas 270 personas morirían al día siguiente, según un balance de los servicios funerarios.

Se trata de una de las peores masacres cometidas por Hamás en territorio israelí, junto con las de los kibutz de Beeri y Kfar Aza. Cerca de 1.400 personas, civiles en su mayoría, murieron en el sorpresivo ataque del movimiento islamista en territorio israelí, según las autoridades.

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Cuando los atacantes de Hamás tiraron las primeras granadas, el joven y sus amigos intentaron refugiarse, según testimonios recabados por su familia después de los hechos.

"No logro explicarlo, pero ver [el video] me da fuerzas", dice Polin, destacando que, en las imágenes, su hijo consigue "caminar solo".

"Espero que tenga la fuerza física y mental para continuar luchando", señala.

Más de dos semanas después del secuestro, la familia de Goldberg-Polin suplicó a sus captores que lo liberaran, insistiendo en que el joven necesita atención médica adecuada.

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- "Que ocurra algo" -

La herida de Polin es "una bomba de relojería", declaró Amos Peyser, jefe del departamento de Ortopedia del hospital de Shaare Tsedek, aludiendo a una "herida que supone un riesgo mortal".

Sometida a un bloqueo israelí terrestre, aéreo y marítimo desde que Hamás llegó al poder en 2007, la Franja de Gaza es objeto de un "asedio completo" israelí desde el sangriento ataque de Hamás.

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Desde entonces, carece de abastecimiento de agua, electricidad y carburante. La situación de los hospitales es catastrófica, según las organizaciones humanitarias.

Inmediatamente después del ataque, el ejército israelí inició una campaña de bombardeos que ha matado a más de 4.600 palestinos en Gaza, la gran mayoría civiles, según el Ministerio de Salud de Hamás.

Para la familia de Goldberg-Polin, la liberación de una madre y de su hija estadounidenses el pasado viernes gracias a la mediación de Catar supone un rayo de esperanza. Ellas también habían sido secuestradas por los islamistas.

"No puedo prometerles que se hará hoy, mañana o pasado mañana. Pero estamos en el camino que conducirá, muy pronto, a la liberación de los rehenes, especialmente de los civiles", afirmó Majed Al-Ansari, portavoz del Ministerio catarí de Relaciones Exteriores, en una entrevista con el diario Welt am Sonntag.

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Hamás tiene su oficina política en Catar.

"Queremos que ocurra algo", sostiene Polin. "¿Qué está pasando entre bastidores? No lo sé. Pero espero de verdad que pase algo", apostilla.

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