Madurismo sin Maduro, la propuesta desde Venezuela que EE. UU. no aceptó
Del lado estadounidense, mientras tanto, la presión no disminuye. Trump autorizó a la CIA a actuar. Petro reacciona también.
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En medio de una creciente tensión militar en el mar Caribe, trascendió una presunta propuesta diplomática por parte de altos funcionarios del gobierno venezolano a Estados Unidos. Según informes de medios como el Miami Herald, Delcy Rodríguez y su hermano Jorge Rodríguez habrían ofrecido un plan de transición que implicaba la salida de Nicolás Maduro del poder. Dicha oferta, presentada en dos ocasiones, fue rechazada por la administración estadounidense, que ha optado por continuar con su campaña de presión militar y política.
Los informes detallan que la propuesta fue canalizada a través de la mediación de Qatar en dos momentos clave: una primera vez en abril y una segunda en septiembre. Los responsables de la oferta habrían sido Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Venezuela, y Jorge Rodríguez, presidente del Parlamento, dos de las figuras más cercanas a Nicolás Maduro.
La oferta se describe como la posibilidad de un "madurismo sin Maduro o chavismo sin Maduro". La idea era que los hermanos Rodríguez lideraran una transición política que mantuviera la estructura del sistema actual, pero con la condición de que Maduro fuera apartado del poder.
Sin embargo, la respuesta de Washington fue negativa. Según la transcripción, "Estados Unidos en ambas ocasiones dijo que no y optó por seguir con lo que sigue, que es la ofensiva militar y la campaña de presión". Esta decisión se alinea con la postura de la Casa Blanca, reafirmada por la portavoz Caroline Levitt, quien declaró que el presidente Trump considera que "Maduro es un presidente ilegítimo que lidera un régimen ilegítimo que está traficando drogas hacia los Estados Unidos y (...) nosotros no vamos a permitir eso".
La negativa estadounidense se enmarca en una agresiva campaña militar en el Caribe, donde se han bombardeado embarcaciones supuestamente ligadas al narcotráfico. Estos operativos han dejado un saldo de "27 personas muertas", según se informó.
La situación ha generado reacciones internacionales. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó que entre las víctimas podría haber ciudadanos de su país. "Pescadores y colombianos, al parecer", comentó, sugiriendo que las embarcaciones atacadas podrían no estar todas vinculadas a actividades ilícitas. Medios de Trinidad y Tobago también han reportado la desaparición de dos de sus ciudadanos, presuntamente pescadores, que se presume fallecieron en uno de estos ataques.
Esta ofensiva ha causado fricciones incluso dentro de la cúpula militar de EE. UU. El jefe del Comando Sur, almirante Alvin Holsley, anunció su retiro tras menos de un año en el cargo. Trascendió que su salida se debe a "múltiples tensiones con Pete Hexet [Secretario de Guerra], porque el secretario consideró que no estaba siendo tan agresivo en la ofensiva en el mar Caribe". Además, se reporta que en el Comando Sur existían "dudas aparentemente de la legalidad de las acciones que están adelantando, concretamente el bombardeo de las lanchas".
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La respuesta del gobierno venezolano a la publicación de la supuesta oferta fue rápida y contundente. La vicepresidenta Delcy Rodríguez calificó la información como "Fake" a través de su canal de Telegram, asegurando que es parte de una "guerra psicológica contra el pueblo venezolano" por parte de medios sin "ética ni moral".
Horas más tarde, Nicolás Maduro, en un acto público junto a Rodríguez, desestimó los reportes de manera categórica. "Son unos imbéciles", declaró Maduro. "Les tengo malas noticias a los intrigantes, a los imperialistas y a todos sus medios (...) Hoy el alto mando político militar de la Revolución estamos más unidos y resteados que nunca en defender nuestra patria. Imbéciles".
Para reforzar su posición, Maduro afirmó que los estadounidenses liberados por Venezuela en julio eran "terroristas de la CIA, convictos y confesos" y anunció que "6,2 millones de ciudadanos están alistados en la Milicia Bolivariana" como parte del sistema de defensa del país.
Del lado estadounidense, la presión no disminuye. El senador republicano Rick Scott envió un mensaje directo a Maduro: "Sus días están contados. Debería seguir adelante e irse. Debería irse a Rusia o China, tiene que decidir en qué país quiere vivir, pero no va a continuar en Venezuela por mucho".
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Esta postura refleja la estrategia de máxima presión de la administración estadounidense, que prioriza la acción militar y las sanciones sobre cualquier negociación que implique la continuidad del sistema político venezolano, incluso sin Maduro al frente.