Defensoría sobre disidencias: "Hay una incoherencia entre lo que se firma y lo que está pasando"
Marín señaló sobre la situación en Tibú: "En este momento pues los combates son tales que no hay condiciones de seguridad para ingresar". Además, la fuerza pública no ha logrado entrar al área debido a complicaciones climáticas adversas.
La situación en la zona rural de Tibú, específicamente en los sectores de La Gabarra y Pacheli, ha alcanzado niveles críticos debido a los enfrentamientos armados que se presentan desde el pasado 24 de diciembre. Según reportó la defensora del Pueblo, Iris Marín, la población civil se encuentra atrapada en medio de una violenta disputa territorial entre el Frente 33 de las disidencias y el ELN.
Desplazamiento y confinamiento de la población
El impacto en los habitantes de la región es dramático. Se ha confirmado que más de 60 familias han llegado desplazadas a la alcaldía de Tibú en busca de refugio. No obstante, la situación es aún más incierta para quienes no han podido salir; en el corregimiento de La Gabarra, un número indeterminado de personas se encuentra refugiado y confinado en una escuela. La Defensora enfatizó que no se cuenta con un censo exacto de los afectados debido a que la intensidad de los combates ha impedido el ingreso a la zona.
La violencia en el Catatumbo en el 2025
Foto: AFP
Bloqueo de vías e imposibilidad de asistencia
La crisis se agrava por el bloqueo de las vías impuesto por los grupos criminales, lo que ha anulado cualquier posibilidad de establecer un corredor humanitario. Esta situación ha impedido que ambulancias y misiones humanitarias, integradas por la Iglesia Católica y Naciones Unidas, ingresen para asistir a los heridos o entregar alimentos.
Al respecto, Marín señaló: "En este momento pues los combates son tales que no hay condiciones de seguridad para ingresar". Además, la fuerza pública no ha logrado entrar al área debido a complicaciones climáticas adversas.
Incoherencias en los gestos de paz
La Defensoría del Pueblo cuestionó duramente la voluntad de paz de estos grupos, especialmente tras el anuncio de un supuesto cese al fuego que ha resultado ser "inalcanzable" en la práctica. Se denunció una profunda incoherencia entre lo que se firma en las mesas de diálogo y la realidad del territorio. Según las fuentes, el Frente 33, lejos de avanzar hacia un desmonte, ha aprovechado este tiempo para fortalecerse territorialmente, trasladando combatientes de otras regiones para mantener su ofensiva contra el ELN en el Catatumbo.
Finalmente, la defensora hizo un llamado urgente a los grupos armados para detener las hostilidades: "Lo principal es pedirle tanto al Frente 33 como al ELN que suspendan los enfrentamientos de inmediato y que permitan que la gente pueda estar un poco tranquila".
Mientras tanto, la población civil sigue sufriendo las consecuencias de una guerra que no da tregua ni siquiera en las festividades de fin de año.