“Es un balance positivo, pero difícil”, mencionó el precandidatoAlejandro Gaviria sobre su paso de la academia al mundo de la política, que ha estado marcado por las diferencias y enfrentamientos con sus compañeros de la Coalición Centro Esperanza, de la que dijo llegó a “jugar de visitante”.
“Mi historia de la candidatura ha tenido dos partes. De irme convirtiendo en un candidato, cuando salimos no teníamos una estructura ni organización, el discurso había que consolidarlo, pero ha sido positivo. Una vez alguien me dijo que tenía que pasar de ser un producto gourmet que le hablaba a estudiantes, a convertirme en un Bon Ice (…) Ha sido una transformación personal”, expresó en diálogo con Mañanas BLU.
De cara a las elecciones de este 13 de marzo, el exrector de Los Andes expuso las problemáticas que existen en el país y cómo las enfrentaría de llegar a la Casa de Nariño. Según explicó, ahora el principal problema es la crisis por la subida de los precios de algunos alimentos e insumos, por lo que “hay que tener estabilidad monetaria”. Esto, sumado a la crisis social por desempleo, educación y más.
“La crisis social profunda que vive el país tiene muchas dimensiones: aumento de pobreza, crisis educativa, falta de historias de inclusión económicas en jóvenes. A lo que se suma la crisis del aumento de los alimentos, que es la coyuntura actual”.
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“Hay que tener estabilidad monetaria. Hay que respetar la autonomía del Banco de la República, su papel en la inflación, y también el déficit fiscal del Gobierno, es la clave para resolver los problemas de la subida de precios”, recalcó.
Además, señaló que sí haría una reforma tributaria, que tiene que “vencer esa económica política”, la cual tendría que recaudar alrededor de 20 billones de pesos. Asimismo, se sumó a las voces de los candidatos que proponen una reforma al sistema de pensiones, que calificó de “aberrante” y que debe ser corregido, pues “el 80 % de colombianos están excluidos” de este.
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Por otro lado, Gaviria se refirió a las peleas ya conocidas dentro de la Centro Esperanza, que en su momento terminó con la salida de Íngrid Betancourt y, ahora, las diferencias con el también precandidato Jorge Enrique Robledo.
“Este mundo de las alianzas, intrigas y mentiras, es diferente a lo que viví como académico. Las reglas de la política son así, hay que asumir y seguir”.
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