Trabajadoras de Ecopetrol, respaldadas por organizaciones sindicales y voceros internos, solicitaron el reintegro inmediato de las mujeres que fueron desvinculadas tras denunciar presuntos abusos y conductas de acoso dentro de la compañía. Las afectadas, en su mayoría madres cabeza de hogar, fueron despedidas mientras el entonces director de Ética y Cumplimiento, Alberto José Vergara, permanecía en el cargo.
Según Ecopetrol, su retiro no obedeció a retaliaciones, sino a los hallazgos de una investigación interna del Comité de Auditoría, cuyo informe, divulgado por medios nacionales, documentó abusos de autoridad, acoso laboral y sexual, y despidos injustificados. La compañía advirtió que no es justo que “el verdadero victimario pose de mártir”, mientras las verdaderas víctimas siguen sin garantías ni reparación.
El informe de auditoría detalla que Vergara habría ordenado investigaciones arbitrarias contra miembros de la junta directiva, ejecutivos y sindicalistas, sin autorización del Comité de Auditoría y Riesgos.
Además, se identificaron 25 despidos bajo su gestión, equivalentes al 37 % del personal a su cargo, sin que existieran razones de bajo desempeño.
El documento también señala que el exfuncionario pidió la interceptación de comunicaciones de más de 70 empleados y personas ajenas a la empresa, y que habría firmado de forma irregular un otrosí al contrato con la firma internacional Covington & Burling.
La auditoría concluyó que la actuación de Vergara pone en duda su capacidad para ofrecer un horizonte ético dentro de la compañía, mientras que en la línea ética permanecen abiertos seis casos adicionales en su contra, aún en curso.
El caso continúa generando debate dentro de la petrolera estatal. Mientras avanzan las investigaciones internas, el llamado principal de las trabajadoras y sus defensores es que Ecopetrol repare a las víctimas y garantice su reintegro, como una señal de compromiso con la equidad y la protección de sus empleadas.