Liberación de alias ‘El Zarco', implicado en falsos positivos, indigna a las víctimas

Los familiares de al menos diez jóvenes que fueron reclutados ilegalmente para luego ser asesinados por integrantes del Ejército en casos de “falsos positivos” en el Tolima y en el Valle del Cauca, están indignados tras la libertad en España de alias “El Zarco”, el hombre responsable de llevarlos al corredor de la muerte.Se trata de una historia que comenzó desde hace varios meses, cuando fue capturado en España Luis Jhon Castro Ramírez, exguerrillero del ELN, requerido por la justicia colombiana mediante circular roja de Interpol, para responder en el país entre otros por el delito de homicidio en persona protegida.Sin embargo, a finales del año pasado, la Audiencia Nacional de España decidió dejarlo libre y archivar el caso en su contra por vencimiento de términos, argumentando que las autoridades colombianas no lo recibieron, a pesar de que había sido puesto a su disposición desde enero de 2020.Ramírez había confesado su participación en los crímenes que le endilgan y de hecho su declaración había sido clave para que la justicia abriera investigación contra el coronel retirado Javier Vallejos y contra otros militares.El ministro de Justicia Wilson Ruiz responsabilizó a la Interpol de no haber efectuado el traslado a Colombia de “El Zarco”, supuestamente teniendo como argumentos los rigores de la pandemia y las dificultades en materia de bioseguridad.Mientras las autoridades colombianas y españolas se “tiran la pelota” sobre quién tuvo la culpa frente a la inexplicable libertad de un criminal de semejante calibre, la impunidad crece en torno a los nueve homicidios por los que debe responder en nuestro país.No es la primera vez en la que se denuncian errores por parte del gobierno colombiano en solicitar extradiciones o en trámites para repatriar a delincuentes que tienen cuentas pendientes con la justicia de nuestro país: hoy, Salvatore Mancuso, por múltiples e inexplicables errores de funcionarios del ministerio de Justicia y de la Cancillería, sigue en Estados Unidos, cuando debería ya estar en Colombia, respondiendo ante sus miles de víctimas.Escuche el análisis y la opinión de Ricardo Ospina en Mañanas BLU: