Admiro profundamente a las personas que saben quiénes son y realizan su vida desde la autenticidad y la originalidad.
Personas que han asumido su identidad cultural, que tienen claras sus raíces y qué características poseen en su medio, y desde ellas, se esfuerzan por potenciarlas. Tristemente en
Lo que sí es cierto es que nadie puede ser feliz si niega su identidad, si se atreve a esconder o minimizar lo más genuino que hay en su corazón. Por eso en estos días celebré emocionado el Doctorado Honoris Causa en Lenguaje y Cultura que se le otorgó al musico Jorge Veloza, porque es un auténtico boyacense, alguien que ha hecho de las prácticas y dinámicas que lo definen culturalmente, su estandarte. El doctorado le fue concedido por su trabajo de exaltar
Necesitamos más gente que sea capaz de vivir abiertos al mundo, pero desde la localización de su ser. Gente que se sepa habitante del
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Celebro a Jorge Veloza y a todos aquellos que buscan llevar en alto su cultura a los lugares a los que van, a quienes entienden el valor de la identidad y no se amilanan frente a quienes buscan rechazar lo popular.
Agradecer y sentir orgullo por lo que somos, es un paso necesario para lograr que la sociedad en general sea mejor.
Escuche aquí la opinión de Alberto Linero:
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