Tiene 82 páginas el fallo del juzgado tercero especializado de Medellín en el que fue condenado el exsubdirector del DAS, José Miguel Narváez a 28 años de cárcel por el secuestro de la fallecida exsenadora Piedad Córdoba, fallo que resulta una detallada compilación de la expansión del paramilitarismo en los años noventa y sus relaciones con altos mandos de la Fuerza Pública.
Sin embargo, la polémica surge por una declaración que recoge la sentencia, con el fin de demostrar que según las declaraciones de exjefes paramilitares como alias Ernesto Báez y alias HH, el secuestro de Piedad Córdoba fue parte de una política sistemática de las AUC para neutralizar figuras públicas consideradas enemigas ideológicas.
Se trata del testimonio del exparamilitar sucreño Francisco Enrique Villalba Hernández, rendido el 7 de julio de 2008, en el que habla de una reunión de la que habría sido testigo de una reunión en 1997 en la finca La Marranera con Carlos Castaño y Salvatore Mancuso, a la que habrían asistido el fallecido excomandante de las Fuerzas Militares, el general Carlos Alberto Ospina y los hermanos Alvaro Uribe y Santiago Uribe Vélez.
Dijo que en esa reunión se habló de la necesidad de ordenar el asesinato de Eduardo Umaña y Jesús María Valle “porque ellos estaban molestando sobre las violaciones de derechos humanos que se estaban llevando entre paramilitares y militares como la Cuarta Brigada, la orden que dieron fue que esas personas tocaba callarlos para que no molestaran más”. Villalba fue asesinado el 23 de abril de 2009.
A Jesús María Valle, defensor de derechos humanos que había advertido al entonces gobernador Alvaro Uribe sobre la inminente ocurrencia de la masacre de El Aro y La Granja, lo asesinaron en Medellín el 27 de febrero de 1998.
Por su parte, el abogado José Eduardo Umaña Mendoza fue asesinado en Bogotá el 18 de abril de 1998 y hasta ahora no se ha registrado mayor avance sobre los responsables del crimen.
El expresidente Álvaro Uribe dijo que hay política en los fallos en su contra, dijo que la Fiscalía en la época de los hechos concluyó que la declaración de Francisco Villalba fue mentirosa y sugirió que detrás de esta nueva compulsa de copias estaría el exmagistrado Rubén Darío Pinilla Cogollo, dice Uribe, “declarado enemigo mío desde la juventud”.