“Carlos Camargo ganó en democracia”: María José Pizarro
María José Pizarro lamentó que los "señalamientos" hayan afectado la elección de Patricia Balanta. "No pasó lo mismo con Carlos Camargo", dijo.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
La elección de Carlos Camargo como nuevo magistrado de la Corte Constitucional abrió un debate político en el país. Aunque su designación se dio en un ambiente tranquilo dentro del Senado, sectores del oficialismo han manifestado su inconformidad, señalando que se perdió la oportunidad de contar con una magistrada de gran trayectoria como lo era Patricia Balanta. Para la senadora del Pacto Histórico, María José Pizarro, lo sucedido debe asumirse como una derrota dentro de las reglas de la democracia, aunque advierte sobre los cuestionamientos que pesaban sobre el candidato elegido.
“Fuimos derrotados quienes acompañábamos a la magistrada Balanta, pero sencillamente en democracia se perdió, se respeta la democracia y las decisiones que tomó la plenaria del Senado”, afirmó la congresista en entrevista con Mañanas Blu.
A diferencia de procesos anteriores, la votación se llevó a cabo sin irregularidades ni nulidades. Para Pizarro, este es un hecho que marca una diferencia con escenarios pasados de tensión política.
“Recordemos elecciones pasadas donde hubo nulidad, empate y hasta repeticiones. Esta vez existieron las garantías y eso es importante reconocerlo”, señaló. La legisladora enfatizó que el resultado, aunque adverso para el sector que apoyaba a la jueza Balanta, dejó un precedente positivo: un procedimiento tranquilo que podría indicar un nuevo tiempo en la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo.
La senadora defendió el perfil de Balanta, resaltando su trayectoria en la justicia y en el magisterio. Según explicó, su voto fue motivado por la convicción de que era una candidata idónea y no por afinidad política con el Gobierno.
“No lo hacíamos porque la señora fuese petrista, de hecho, ni la conocíamos. Revisando su hoja de vida y tras escuchar su intervención en la plenaria, vimos que era una mujer con excelentes cualidades y una trayectoria que podía garantizar un equilibrio en la Corte Constitucional”, aseguró.
Pizarro cuestionó que Balanta haya sido señalada como candidata del presidente Gustavo Petro, pues, en su criterio, esa narrativa fue la que minó sus posibilidades.
Pese a reconocer la legitimidad de la elección, la congresista advirtió que el nuevo magistrado no llega sin sombras.
“Carlos Camargo era un candidato que tenía cuestionamientos que se hicieron públicos en los medios de comunicación. Muchos compañeros reconocieron vínculos de amistad que seguramente terminaron favoreciendo su elección”, sostuvo.
Publicidad
Para Pizarro, resulta paradójico que mientras a Balanta se le estigmatizó como “petrista”, no se prestó la misma atención a las dudas que se habían difundido sobre Camargo.
La senadora insistió en que el debate no debería centrarse en afinidades políticas sino en la necesidad de mantener un equilibrio democrático en las altas cortes.
“De lo que se trata en este país es de tener una Corte Constitucional democrática que garantice el cumplimiento de los derechos consagrados en la Carta Magna. No es un asunto de petristas o no petristas, sino de independencia y de garantizar equilibrios democráticos”, subrayó.
La derrota de Balanta también tuvo repercusiones en el Ejecutivo. La salida de tres ministros fue interpretada como una reacción del presidente Petro ante la falta de apoyo en el Congreso. Sin embargo, Pizarro resaltó que más allá de la dinámica de coaliciones, lo destacable fue el ambiente sereno en el que se desarrolló la votación.
Publicidad
“Hubo un trámite tranquilo en la votación, la gente celebró y no hubo altercados. Eso es importante reconocerlo, porque lo terrible sería repetir escenarios convulsos como los de la presidencia de Efraín Cepeda”, recordó.
Durante la entrevista, Pizarro también se refirió a la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE) de otorgar personería jurídica condicionada al movimiento Progresistas, partido que podría convertirse en su plataforma política para futuras aspiraciones presidenciales.
La senadora consideró que la decisión es “agridulce”, pues aunque se reconocen derechos políticos, estos quedan supeditados a procesos sancionatorios que enfrenta el movimiento MAÍZ, colectividad por la que fue elegida en anteriores elecciones.
“Es como otorgar unos derechos políticos pero condicionados. Los derechos fundamentales no pueden ser condicionados y eso lo vamos a controvertir en los recursos que presentaremos”, explicó.
Pizarro insistió en que no hay fundamento jurídico para condicionar la personería de Progresistas, ya que en casos similares como el de Dignidad y Fuerza de la Paz no se impusieron limitaciones.
Lo que no se nos puede endilgar es una responsabilidad sobre procesos en los que no participamos. El MAÍZ mantiene su patrimonio y sus deudas, pero eso no puede limitar nuestros derechos políticos