
Sigue en la lupa las presuntas irregularidades en el Batallón de Infantería #11 Cacique Nutibara de Andes , Antioquia. Blu radio conoció que no solo habría inconsistencias en la venta de munición a grupos ilegales como el ELN o el Clan del Golfo, si no con la utilización indebida de vehículos incautados a ilegales y la comercialización del alimento que le daban a los soldados.
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Por ejemplo, en un reporte del 4 de abril de 2024, se registra un inconveniente, luego de que en el batallón llegaran unas motos que fueron decomisadas en operaciones militares en los diferentes municipios del Suroeste antioqueño al Clan del Golfo . La denuncia arroja que a algunas de estas motocicletas les colocaron placas de motos institucionales, lo cual constituiría un delito.

En la información conocida por Blu radio, se evidencia que en los resultados operacionales preliminares de estos procedimientos contra el accionar criminal no se reportaron las motos que, posteriormente, fueron llevadas hasta el Cacique Nutibara, pero que, con el tiempo, fueron desaparecidas misteriosamente. Prueba de ello el testimonio de uno de los soldados, en donde evidencia las acciones que usarían para evitar llevar el control de los automotores.
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"Más raro, me van a mandar pa' la base de Urrao, mañana con la revista yo no voy a estar, entonces me van a echar, como siempre, echarle el agua sucia al que no está, ya casualizando el equipo y ahora a Urrao", expresó.
Al parecer, una de las motos fue escondida en el mismo batallón en un lugar de poco acceso. Esto, para evitar que continuarán las preguntas y especulaciones sobre qué se haría con estos vehículos. Sin embargo, en este punto de la historia aparece otra denuncia que involucra a una de las secretarias del juzgado del municipio, quien tendría una relación cercana a los altos mandos del Cacique Nutibara.
En fotos conocidas por Blu Radio se logra ver cómo en la vivienda en donde vivía la mujer estaba parqueada una de las motos incautadas días atrás y que, aparentemente, podría tener un valor comercial superior a los seis millones de pesos. Esto, en contravía con una minuta en donde se logra leer que las instrucciones iban a ser usadas por el batallón para, “recuperar el parque automotor”.

Además, se revela en los informes que días después de lo acontecido se llegan a unos tratos para ponerse de acuerdo de dónde y cómo esconden las motos. También se habría hablado de otras motocicletas que serían "deshuesadas" en la base militar de Urrao .
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Vendían los alimentos de los soldados
En otra situación igual de preocupante se denuncia la venta de alimentos que estaban destinados para el uso exclusivo del batallón y que, sin razón aparente, fueron vendidos en el casco urbano de Andes
, como lo ocurrido el 19 de junio del 2023, cuando se realizó un informe sobre cómo se sacaron 44 arrobas de arroz, unos 500 kilos, y fueron vendidas en un almacén de la municipalidad.

Lo que se ha conocido es que en el Batallón de Infantería #11 Cacique Nutibara había, para la época de los hechos, cerca de 800 soldados y que el arroz comercializado alcanzaba para alimentar al menos a 600 personas, de allí la preocupación por las escasas raciones que recibían los soldados. Evidencia de los negocios una conversación que logró conocer Blu Radio.
"20 arrobitas, sí, 20 arrobas nada más trajeron. Entonces, el día anterior habían traído más. 44, 24 trajeron en una y 20 en la otra", manifestaron.
No les pagaban las devoluciones de alimentación
A su vez, e igualmente hablando de la alimentación de los soldados, en estas presuntas irregularidades se evidencia que hay un factor determinante y que fue el primero de los inconvenientes que se vieron en Andes y es que no se hacía el pago de devoluciones de alimentación, es decir, el pago que realiza el Gobierno nacional a los soldados diariamente para que tengan un sustento para sus comidas no llegaba de forma oportuna en el Cacique Nutibara.
En la información conocida se pudo constatar, con las nóminas del 2022, que 45 soldados profesionales y 32 soldados regulares no recibieron sus pagos, por lo que se trasladó la inquietud con el pagador que determinó que el cabo primero Anderson Riascos, pagador y administrador de la partida de alimentación, no había entregado procesos de formalización de los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre del 2022.
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Aunque el suboficial fue relevado de su cargo, se pasó un reporte sobre lo hallado, ya que los dineros de devoluciones tenían una vigencia expirada y no se podían pagar con recursos del año 2023. No obstante, no se tomó ninguna acción con el fin de verificar qué pasó con los recursos.
En este sentido y hablando de irregularidades financieras para octubre, noviembre y diciembre del 2022, se realizó la verificación del casino mixto de oficiales y suboficiales, en donde presuntamente se encontraron malos manejos administrativos tales como: descuentos sin justificación, el no pago de fondos de casino, deudas excesivas a proveedores, deudas sin pagar en almacenes que surtían el mismo y otros. El consolidado al que se habría llegado es que el saldo negativo del casino sobrepasaba los 80 millones de pesos.
Maltrataban a los soldados
Pero no son solo las inconsistencias con la alimentación y con dineros, puesto que en un documento del 13 de septiembre del 2023 se reportan algunos casos de malos tratos con los soldados como, por ejemplo, el caso del soldado
Juan Pablo Vanegas, quien fue motilado sin permiso, causándole varias heridas en su cabeza por el uso inadecuado de la máquina de motilar.
En otro aberrante caso, el soldado Andrés García habría intentado ir donde un superior a denunciar los malos tratos cuando fue alcanzado por los sargentos Cristian Mateus y Edwin López quienes dispararon en varias oportunidades al piso para que el soldado no se moviera. Posteriormente, el soldado García fue golpeado y obligado a mantener una pelea a puño con el soldado Santiago Rojas.
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Asimismo, en otro hecho denunciado por los soldados Keyner Presiga, Jhon Montoya, Jhon Morales, Juan Arrieta, Santiago Rojas y Juan Vanegas, aseguraron que, por orden de dos sargentos, fueron sumergidos en un lago de lodo en la zona, intentando ahogarlos como supuesto castigo.

Ante estas irregularidades, Blu Rrdio conoció que el 30 de marzo de 2023 se llevó a cabo una reunión presencial con el general Juan Carlos Fajardo, por aquel entonces comandante de la Cuarta Brigada del Ejército Nacional, en donde se le habrían contado los hallazgos hechos hasta ese momento. En este sentido y luego de registrar las denuncias, las mismas fueron enviadas en un informe a la Inspección del Ejército Nacional en Bogotá.