La situación con las lluvias en el Valle de Aburrá sigue prendiendo las alarmas entre las autoridades que ven con preocupación cómo en 7 meses han muerto más de 30 personas en municipios como Bello, Medellín o Sabaneta. Estas cifras han generado que desde la capital de Antioquia se ponga especial atención en el cuidado de las quebradas que son foco de emergencias.
Lo que destacan desde Medellín es que tras la tragedia ocurrida en la vereda Granizal de Bello o las muertes reportadas en el corregimiento de Altavista, se hizo una identificación que permitió detectar 200 puntos críticos que requieren atención urgente en los diferentes afluentes de la ciudad.
El subsecretario de Recursos Naturales de Medellín, Esteban Jaramillo, mencionó que tras verificar los reportes hechos por la misma ciudadanía se encontraron diferentes problemáticas que eventualmente podrían generar emergencias en la ciudad.
"200 reportes de puntos críticos en distintas quebradas que responden a obstrucciones, a socavaciones, a desconfinamiento de taludes y eso nos ha obligado a diagnosticar y hoy tenemos diagnosticado el 100% de los puntos recibidos", insistió el funcionario.
Por ahora y mientras avanzan los análisis de las autoridades correspondientes, desde la Alcaldía de Medellín le siguen pidiendo a las personas que eviten arrojar elementos a los afluentes, ya que estos obstaculizan el paso del agua en las temporadas de más precipitaciones.
Finalmente, destacaron desde el Distrito que uno de los puntos a los cuales más cuidado se le ha puesto en los último meses y que sigue siendo prioritario es la quebrada Altavista, lugar donde se originó la emergencia que cobró la vida de una madre y su hijo, y en donde se adelantan labores de evacuación de algunas viviendas que continúan en riesgo.