La Alcaldía de Turbo, en el Urabá antioqueño, lanzó una alerta al identificar que jóvenes estarían consumiendo jarabe para la tos como droga. Según la Administración Municipal, esto representa un riesgo, pues se ha identificado que jóvenes desde muy temprana edad estarían mezclando esta sustancia con gaseosas y bebidas energizantes.
Turbo enfrenta una preocupante situación de salud pública: adolescentes y niños del Distrito estarían utilizando dihidrocodeína como una sustancia recreativa y alucinógena, pese a que este medicamento solo debe administrarse bajo estricta prescripción médica.
La dihidrocodeína es un analgésico recetado para aliviar el dolor, el malestar y la tos. Sin embargo, autoridades locales advierten que en algunos establecimientos farmacéuticos no se estaría exigiendo la fórmula médica para su venta, lo que facilita que los menores de edad lo compren con mayor facilidad.
En diálogo con Blu Radio, la secretaria de Gobierno, Marla Indira Fadul Mena, explicó que entre los efectos secundarios de esta sustancia se encuentran la dependencia, la adicción y los daños severos al organismo de los jóvenes.
"Lo que estamos viviendo en Turbo es una situación muy preocupante.... A nivel físico, el consumo crónico de opioides puede causar problemas respiratorios graves, daño hepático, renal y estreñimiento crónico, pues según lo que dicen los médicos. Esta mezcla con energizantes agrava, pues, la situación, ya que el cuerpo está recibiendo un cóctel de estimulantes y depresores. Y entonces los jóvenes lo están utilizando y se vuelven narcodependientes. Esto ocasiona arritmias cardíacas y otros problemas cardiovasculares y a nivel psicológico, que es otro riesgo, causa dependencia y estas dependencias son devastadoras, afectando la salud mental, el rendimiento académico y las relaciones sociales", expresó la funcionaria.
"Hemos identificado que la edad de inicio del consumo está desde los 13 hasta los 16. En la mayoría de los casos que identificamos se encuentran en los rangos de los jóvenes, pero también, pues, no descartamos que superen la edad de los 18. Esto nos indica que el problema está afectando a la población de adolescentes y en etapa escolar, lo que requiere, pues, una investigación por parte de la SIJÍN de manera inmediata", añadió.
Según la Alcaldía, el jarabe está siendo mezclado con gaseosas, cocteles y bebidas energizantes, sin medir las graves consecuencias que esta práctica puede acarrear. Es de anotar que la práctica se ha vuelto tan recurrente en Turbo, que en jornadas de limpieza se han llegado a encontrar hasta 16 frascos dejados en árboles de parques principales.
"En lo que va del año hemos identificado un número creciente de casos, aunque es difícil tener una cifra exacta debido a la naturaleza clandestina del consumo. Sin embargo, pues a través de los centros de salud y los reportes de la comunidad tenemos unos registros que superan los 50 casos en lo que va del año, aunque sospechamos que son más las cifras porque hace poquito hicimos un barrido en uno de los parques del distrito de Turbo y encontramos 16 frascos de dihidrocodeína, entonces lo que da a indicar que la cifra puede ser mucho mayor", indicó la secretaria.
"Hemos notado una mayor incidencia en sectores específicos, pues aquí especialmente en el casco urbano y lo consumen específicamente en los parques. Encontramos aquí en los parques, en el 'Parque de la Iguana' es donde encontramos los 16 frascos. Desde la administración hemos hecho un llamado a la Policía Nacional para que a través de los patrullajes, de los controles disuasivos, pues, hagan un mayor control. Entonces estamos trabajando con la Policía Nacional y las autoridades administrativas para identificar estos puntos de venta y tomar las medidas necesarias", concluyó la funcionaria.
Desde la Alcaldía de Turbo mencionaron que continuarán con las campañas de prevención y controles en farmacias para mitigar esta problemática que ha ido tomando fuerza en Urabá. Próximamente, la Alcaldía lanzará la campaña "Turbo sin adicciones" y ya se ha establecido una línea de atención y apoyo psicológico para que los jóvenes se pueden acercar a la Secretaría de Salud, a la red de apoyo de enfermedades mentales para que no recurran a estas sustancias.