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Por 5.000 conexiones ilegales unas 150 familias tienen agua intermitente en Bello

Asentamientos irregulares en el sector conocido como Nueva Jerusalén están generando inconvenientes para la adecuada prestación del servicio en varios sectores del barrio París.

Agua potable.
Agua potable.
AFP.

La expansión urbanística desmedida de los últimos años en Medellín y el Valle de Aburrá no solo ha generado preocupación por construcciones en zonas de alto riesgo. La disminución en la calidad de vida de ciertos sectores impactados por el fenómeno se ha convertido en un inconveniente, no solo para las autoridades, sino también para sus habitantes.

Este el caso del barrio París, en el municipio de Bello, donde los ciudadanos aseguran que desde hace al menos cinco años tienen registros de inconvenientes con el suministro de agua por cuenta de conexiones fraudulentas provenientes del asentamiento limítrofe entre Bello y Medellín conocido como Nueva Jerusalén.

Julián Gómez, uno de los habitantes del sector La Esmeralda en el barrio París, destacó que podrían ser unas 150 las familias afectadas, incluyendo otros sectores como El Cafetal y Los Sauces, por la falta de líquido en momentos picos de consumo y que la situación es mucho más grave los fines de semana.

"Los picos pues de consumo alto vienen a ser el mediodía y la noche, y pues se nos va el agua, no tenemos suministro. Entonces el consumo es muy masivo en semana, de lunes a viernes. Ya los fines de semana es algo más crítico, pues que no tenemos agua desde las 8:00 o 7:00 de la mañana hasta 8:00 o 9:00 de la noche, que ya la gente se desconecta", comentó Gómez.

Tras diferentes solicitudes a EPM, la Alcaldía de Bello, la Personería de Medellín e, inclusive, la Superintendencia de Servicios Públicos, visitas al territorio han identificado al menos 5.000 hogares en el asentamiento irregular que estarían afectando la prestación del servicio de acueducto, la mayoría de ellos a través de conexiones fraudulentas.

Gómez advirtió que conforme pasa el tiempo la situación se agrava por el crecimiento desbordado que sigue teniendo la zona.

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"Lo que nos han respondido ellos es que hay un consumo de 5.000 familias en ese asentamiento ilegal, prácticamente es otro barrio en el mismo barrio, entonces ya pues el sistema no da abasto o no da capacidad para administrar a tanta población y como el barrio va en crecimiento se agrava", destacó.

Según datos de EPM entregados durante el último trimestre de 2024, se viene incrementando el consumo fraudulento de agua en el Valle de Aburrá. Al año se pierden más de 34 millones de metros cúbicos del líquido, cantidad suficiente para abastecer a todos los usuarios de un municipio como Bello con 166 mil usuarios.

Las pérdidas son mucho mayores si se tiene en cuenta que no solo se calculan los servicios que dejan de facturarse, sino también los daños que se producen en la infraestructura para lograr el desvío de las conexiones de agua.