La zozobra sigue sintiéndose en el municipio de Tarazá, Bajo Cauca antioqueño, donde hace exactamente 26 días más de un centenar de personas abandonaron sus viviendas en las veredas Tahamí, Doradas Altas y Tesorito ante los enfrentamientos entre el ELN y el Clan del Golfo, que se disputan el territorio por actividades ilegales de minería, cultivos de coca y extorsiones.
Desde entonces, un total de 53 familias permanecen en el coliseo municipal, donde recientemente recibieron ayudas humanitarias por parte de la Unidad de Víctimas. Sin embargo, lo que no ha vuelto es la tranquilidad para poder regresar a sus hogares, en especial por la alerta que se cierne sobre este territorio debido a la alta presencia de minas antipersonal. Así lo expresó Luis Carlos Martínez, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Tahamí, quien pidió al Gobierno nacional que intervenga.
“Hacemos un llamado al Gobierno nacional y a la comunidad internacional para que hagan lo posible, o lo que tengan que hacer, para que nos ayuden a estas comunidades, para poder regresar a nuestro territorio, porque sabemos que es un territorio que ha estado afectado por las minas, por los artefactos explosivos”, aseguró Martínez.
Aunque los enfrentamientos cesaron hace más de una semana y el Ejército ha indicado que está haciendo presencia en la zona, el retorno de estas 135 personas no ha sido posible, en especial porque en los últimos días dos personas habrían resultado heridas por minas antipersonal instaladas por los ilegales que se enfrentaban. A la petición de ayuda se ha sumado en reiteradas ocasiones el alcalde de esta localidad, Yomer Álvarez.
“Se está pidiendo un desminado para esa zona, y ese desminado tiene que ir acompañado del Gobierno nacional. Entonces, el gobernador hacía el llamado en ese consejo de seguridad y le decía al Ejército: lo que tenemos que hacer es que ustedes lleguen y den las garantías en el territorio”.
Según reportó la Unidad de Víctimas, las familias desplazadas que se encuentran albergadas en el coliseo y en viviendas de la zona urbana ya recibieron más de dos toneladas de alimentos, artículos de aseo y dotación de albergue (colchonetas, cobijas, juegos de cama, toldillos, toallas y kits de cocina) como parte de la atención, mientras se dan las condiciones de seguridad para regresar a las veredas.
Durante este año, esta entidad ha atendido a más de 2.500 familias desplazadas o confinadas durante 24 emergencias masivas ocurridas en Antioquia por el conflicto armado.