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El primer tren, compuesto por seis vagones, del metro de Bogotá ya inició su traslado desde China hacia Colombia. El alcalde Carlos Fernando Galán, en diálogo con Mañanas Blu, entregó detalles sobre la logística de este traslado transcontinental y el cronograma de llegada, así como abordó otros asuntos cruciales que definen la agenda de la ciudad, desde los desafíos de movilidad urbana hasta la financiación del proyecto y el diseño de las estaciones.
La entrega del primer tren del metro de Bogotá al consorcio Metrolínea 1, responsable de la construcción de la megaobra, se concretó en China durante el pasado mes de julio. La expedición comenzó el 25 de julio, cuando el tren partió por tierra desde la fábrica de Changchun hasta el puerto de Qingdao, también en territorio chino. Fue desde este puerto donde se realizó el embarque y, como precisó el alcalde Galán, "ayer zarpó el barco hacia Cartagena", marcando el inicio de la fase marítima de la travesía.
El trayecto transoceánico desde Qingdao hasta Cartagena se estima en aproximadamente 35 días, proyectando la llegada del primer convoy a las costas colombianas alrededor del 7 u 8 de septiembre próximo. Una vez en Cartagena, el desafío logístico se trasladará a la vía terrestre. El alcalde explicó que el transporte desde el puerto caribeño hasta la capital se extenderá por unas dos semanas adicionales, lo que sitúa la llegada del tren al patio taller de Bogotá, ubicado en Bosa, durante la segunda quincena de septiembre.
"Entonces, una gran noticia, avanza el metro, es de es un metro real que viene ya eh caminando hacia Bogotá. Estamos muy contentos y gradualmente empezarán a llegar los trenes a partir de de esa segunda semana de septiembre a Bogotá hasta completar los 30 trenes, o sea, 180 vagones antes de septiembre del año entrante", afirmó Galán con palpable satisfacción, destacando la magnitud de la llegada progresiva de la flota.
Respecto a la configuración de los vagones, el alcalde aclaró que, aunque cada vagón llega armado de forma individual, no lo hace completamente listo para su operación. "Vienen con ciertas piezas desconectadas que tienen que llegar acá a volverlas a conectar", detalló. Cada tren completo se compone de seis vagones, alcanzando una longitud de aproximadamente 135 metros, una distancia equivalente a "casi dos cuadras de tamaño". Individualmente, cada vagón mide "un poco más de 20 metros", lo que facilita su transporte y posterior ensamblaje en el destino final.
El transporte terrestre desde Cartagena a Bogotá será una operación de alta complejidad, utilizando camabajas, vehículos especializados para cargas sobredimensionadas. "Viene un vagón en cada camabaja", explicó el alcalde, quien subrayó que la elección de Cartagena como puerto de desembarque fue estratégica.
Se descartó Buenaventura debido a las "dificultades para la longitud que tendrán esas son como camabajas que que los traen" y la complejidad de las curvas en la carretera que conecta el puerto del Pacífico con la capital. "Se determinó que era mejor llegar por Cartagena", concluyó el mandatario, enfatizando la rigurosa planificación para garantizar la viabilidad del traslado. Esta fase implicará un "operativo pues complejo", con la movilización de vehículos especializados y el acompañamiento necesario para asegurar que los trenes lleguen a Bogotá en la segunda quincena de septiembre.
Una vez en el patio taller de Bogotá, los vagones serán sometidos a un meticuloso proceso de ensamblaje y un riguroso régimen de pruebas. El alcalde Galán recordó que estos trenes ya han acumulado 2500 kilómetros de pruebas en China. Sin embargo, en la capital, se requiere un "proceso de instalación" para interconectar los vagones y dar inicio a la fase de pruebas locales en el patio taller.
"Deben estar ya armado para pruebas en el mes de octubre", proyectó el alcalde, explicando que las pruebas iniciales se realizarán en una línea de casi un kilómetro de distancia, ubicada a nivel del piso dentro de las instalaciones del patio taller. Estas evaluaciones abarcarán diferentes aspectos, no limitándose únicamente al peso. Incluirán "pruebas de arranque, de frenado, hay una pequeña plataforma que se hizo ahí para las pruebas", la cual simulará una estación para medir el "nivelado de las estaciones" y el "funcionamiento eléctrico" del sistema.
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Posteriormente, y en una proyección significativa, en mayo del año entrante –es decir, en un plazo de nueve a diez meses–, los ciudadanos de Bogotá podrán presenciar los trenes rodando sobre la primera sección del viaducto. "Van a ver ya los trenes rodando por la primera parte del viaducto hasta la estación 4 en pruebas también estamos hablando en mayo el año entrante", precisó Galán. El viaducto, que se elevará a una altura promedio de aproximadamente 14 metros, se conectará con el Patio Taller mediante un ramal técnico y un puente metálico sobre el Canal Cundinamarca, ascendiendo gradualmente hasta alcanzar la altura de operación en un tramo de "200 m, 300 m".
Escuche aquí la entrevista:
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