Después de haber sido capturados por personal del CTI de la Fiscalía y como resultado de una decisión que ahora está siendo cuestionada, finalmente fueron cobijados con el beneficio de casa por cárcel los dos hombres señalados por el asesinato de la docente pensionada Lissi Judith Camargo Noriega, ocurrido en el municipio de Puerto Colombia (Atlántico).
A Wilmer Enrique Mercado Mendoza y William Sanjuan Núñez, ambos de 45 años y quienes laboraban como vigilantes, los investigan por presuntamente ser quienes dispararon sus armas de dotación unas 18 veces en contra del carro en el que se movilizaba la docente junto a su yerno, por supuestas sospechas de que este vehículo perseguía al excongresista del Atlántico Gerardo Vecino.
La profesora, de 62 años, falleció horas después del ataque y su yerno quedó herido, por lo que la Fiscalía les imputó a Mercado y a Sanjuán los delitos de tentativa de homicidio y homicidio agravado, cargos que los procesados no aceptaron.
Sin embargo, el hecho de que ambos implicados se hayan declarado inocentes no fue lo que más indignó a la familia de las víctimas, sino el hecho de que los procesados, además, hayan sido cobijados con una medida de detención domiciliaria.
Así lo expresó Melisa Pérez Camargo, hija de la docente fallecida y quien hoy asegura que teme por la vida de su familia, debido a esta decisión que tomó el juez y que habría sido solicitada por el fiscal del caso.
"Ellos (los procesados) no aceptaron cargos. Entonces, él (fiscal) le pidió al juez que les diera medida domiciliaria. Ahora no podemos dormir, tenemos temor de salir a la calle, tememos por nuestra familia, simplemente porque no sabemos para callarnos nos pueden disparar, así como ya lo hicieron", expresa la mujer.
Pérez Camargo afirma que, con ayuda de un nuevo equipo de abogados, pedirán que se adelante una investigación por presuntas irregularidades por parte de la Fiscalía en el proceso.